"Lejos de la adaptación horaria que llevaban a cabo algunas culturas, como la egipcia o la mesopotámica, que dividían las horas de luz en periodos de 12 horas flexibilizando así el tiempo, el primero en plantear el cambio horario como método de ahorro fue Benjamín Franklin. El considerado uno de los padres fundadores de los Estados Unidos publicó una carta en 1784 desde Francia en la que relataba que los parisinos ahorraban en velas levantándose más temprano. La propuesta de Franklin, sin embargo, no prosperó. No fue hasta 1905 cuando la idea reapareció con más fuerza de manos del constructor inglés William Willett. Durante su habitual paseo a caballo previo al desayuno, Willet recogió en la cantidad de horas que dormían los londinenses durante el día.
El constructor publicó su idea del horario de verano dos años más tarde, sin embargo, para que no fuera tan brusco el cambio, Willet propuso transiciones de 20 minutos semanales, pero esta medida nunca se añadió por la complejidad que comportaba.
No fue hasta el 30 de abril de 1916, pero, cuando se aplicó por primera vez. La medida se institucionalizó en 1974 a raíz de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países, entre los que se encontraban España, decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y gastar menos electricidad en iluminación.
Desde 1981 el cambio de hora se aplica como directiva y cada cuatro años se renueva sucesivamente. En Japón no lo han aplicado nunca este cambio horario. ¿Porque?, Os preguntaréis sagazmente. Pues porque consideran que no sirve para nada ni tiene ninguna utilidad ni representa ningún ahorro, es más. algunos estudios independientes gentes sospechosos apuntan que todavía aumenta un poco el consumo.
La Generalitat calcula que este cambio permitirá un ahorro de 18,9 millones de euros en Catalunya, mientras que en España la folclórica IDAE dice que se ahorrarán 300 millones de euros. En realidad el auténtico ahorro energético sería si nos facturaran lo que corresponde de luz, gas y agua en vez de ir cargando un concepto tras otro en unas facturas indescifrables. Habría ahorro energético si los sucesivos Gobiernos hubieran vigilado y obligado a construir las viviendas de forma que hubiera ahorro energético por sí mismas, como la instalación de placas solares entre otras cosas y ventanas de aluminio, que se ha tenido que ir poniendo de motu proprio, pero no en la construcción de los edificios. Ahorraríamos energia si la televisión se emitiera o emitiese en unos horarios racionales, empezando por el fútbol y de hecho, nos rigiéramos por la hora del sol, pero todo esto que estoy sugiriendo lleva trabajo y se necesita hacer esa actividad tan pesada para los Gobernantes que es pensar y tomar decisiones razonables. Con lo fàcil que es legislar.
Posiblemente mi ignorancia no me deje ver dónde se produce este ahorro, pero no doy para más, y, como no me fío nada de esta tropa que por un lado me dicen que ahorre agua en lavarme los dientes y después y pierden de Jesús es Cristo de agua por las tuberías, que ponen medidas inverosímiles e inútiles a nivel de tráfico, que hacen estudios carísimos y rarísimos y mas gilipolleces variadas, no hacen que mi credibilidad o confianza en sus decisiones se antepongan a esta mencionada ignorancia. Porque simplemente no es verdad, una vez más mienten con su habitual facilidad para manipular los datos según les conviene. Y sino, alguien que entienda, por favor, que me explique cómo y dónde se ahorran estos dineros, pero sin hacer trampas".
PD.- En una encuesta de la Vanguardia a sus lectores digitales, estos no están de acuerdo con la medida en un 82%.
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