¡CAVA! NO GRACIAS



La diputada de CiU en el Parlamento Elena Ribera afirmó el otro día que Freixenet podría perder dos millones de consumidores en Catalunya, en referencia al anuncio en que hablan de cien años de ir juntos y también por que el Presidente de Freixenet no es independentista, si es que algún presidente de alguna gran compañía lo es, pocas tenemos de grandes, y además los presidentes de las grandes compañías no están para estas cosas, ellos apuntan más arriba. 
Que dos millones de catalanes boicoteen un producto catalán es nuevo, esto lo hacían españoles que no nos quieren y aquí los hemos tratado de ignorantes, pero nosotros no somos nada cainitas, eso de boicotear un producto catalán nunca lo haríamos. 
Parece evidente que a la Señora Ribera no le gusta la campaña de Freixenet, quizá porque sale David Bisbal cuando perfectamente podrían haber hecho los de Manel o los Amics de las arts, y demuestra con su actitud que lo que hace que un país sea comprensivo y transigente es la capacidad de su gente para aceptar la pluralidad de los otros, aspecto del que me va muy justito el movimiento soberanista y que ya he comentado en alguna ocasión: aquel que no está conmigo está contra mí. 
En momentos como los actuales, este discurso me parece provinciano, de corto y resentido  alcance, un discurso que como mucho daría para un tuit en twitter donde desbarrar está permitido e incluso bien visto. Dicho esto, sepa la señora Ribera, que un servidor ya hace años que hace boicot al cava catalán, desde que pasó a nombrarse cava y dejar de decirse champán, que de hecho yo todavía digo champán, porque de cava no bebo, ¿el motivo?, no es político, no soy tan idiota, simplemente no me gusta el cava brut, no puedo con él, a mí que me den un semi-seco de Anna de Codorniu, el resto de cavas bruts los tengo castigados, boicoteados, pero no por cuestiones políticas, sino gustativas, de paladar, no de ovarios.

Publicar un comentario

0 Comentarios