El ex secretario de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya, Lluís Prenafeta y el ex conseller de Economía Macià Alavedra, Protagonizaron una curiosa anécdota durante su corta estancia como presos provisionales en la prisión madrileña de Soto del Real en preguntar por qué no estaban hechas las camas de su celda y por qué no se bebía vino en las comidas. Estos dos aspectos fueron motivo de sorpresa para dos de los hombres más cercanos al presidente Pujol cuando fueron detenidos en 2009 por su vinculación con la trama de corrupción Pretoria, según informan fuentes penitenciarias, que recuerdan su paso por Soto del Real.
Al llegar al módulo de ingresos del centro penitenciario, los dos dirigentes nacionalistas pasaron los trámites de rigor para su identificación y se les requisaron sus objetos personales. Se trata de un trámite habitual en que los funcionarios de la prisión entregan a los internos recién llegados diferentes efectos de higiene y ropa de cama. Sin embargo, cuando llegaron a su celda, Alavedra y Prenafeta advirtieron a los funcionarios que sus camas estaban sin hacer, según las mismas fuentes. La reacción llamó la atención de los trabajadores de la prisión que tuvieron que explicarles que son los presos los encargados de hacerse las camas en prisión cada día. En aquel momento, hace cinco años, Alavedra y Prenafeta tenían 75 y 70 años, respectivamente.
Los funcionarios deberían estar agradecidos al exhonorable consejero y ex secretario de Presidencia, que no pidieran un martini blanco con acituna a la hora del vermut, por supuesto un campo para jugar al golf y no ya el vino, sino la carta de vinos. Es lo que tiene vivir a espaldas del pueblo, perder la conciencia de la situación real de las cosas; ellos, Macià Alavedra que ya en tiempos pretéritos de cuando aún creíamos en Pujol, se decía que era quien hacía el trabajo sucio - pero del partido -, y el otro, Prenafeta que ya venía de una turbia aventura Molletense en la empresa Typel, donde por cierto trabajó una temporada sin que sirva de precedente un tal Artur Mas i Gavarró. Y es que los extremeños siempre se tocan, y los 'señores' Alavedra y Prenafeta no sabían que la cárcel donde temporalmente les alojaron esposados, era una especie de Hotel la sola cama, como la del desaparecido Pepe Iglesias 'el Zorro'.
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