En una vieja película del año 1972, Robert Redford personifica a Bill McKay, abogado e hijo del ex-gobernador del Estado de California, durante un año electoral en el que las obligaciones del Senado no tienen competencia. Peter Boyle convence McKay para entrar en campaña, esperando y anticipando la derrota y en consecuencia, encontrándose en condiciones de entrar en una campaña con una plataforma política íntegra que le permitirá demostrar la falta de tacto del senador actual. Pero muy pronto, el público se da cuenta de que toda esta sangre nueva y fresca, que mira con ojo idealista, podría ser lo que ellos realmente esperan que sea y no aparecer como uno más de la larga lista de sucesores del talante del viejo astuto. El personaje de Redford (Bill McKay) gana contra todo pronóstico y en un momento determinado, abrumado pregunta a sus asesores: ¿Y ahora qué? ¿ahora que tengo que hacer?. No te preocupes - le contestan - ya te lo diremos nosotros.
El partido Syriza de Alexis Tsipras, ha ganado las elecciones en Grecia, y mucho me temo que a partir de ahora como a Bill McKay en el Candidato, alguien ya le dirá lo que tiene que hacer y lo que no, y sino al tiempo, pensar que sucederá lo contrario sería muy bonito pero poco realista y menos probable aún.
El partido Syriza de Alexis Tsipras, ha ganado las elecciones en Grecia, y mucho me temo que a partir de ahora como a Bill McKay en el Candidato, alguien ya le dirá lo que tiene que hacer y lo que no, y sino al tiempo, pensar que sucederá lo contrario sería muy bonito pero poco realista y menos probable aún.
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