DE LA REALIDAD Y LA NO REALIDAD

La percepción del tiempo, la ubicación del espacio tiempo de los lugares, siempre me ha costado mucho de asumir. No es tan simple como pueda parecer a simple vista, pues la visualización real del paisaje confunde a veces el cerebro con los recuerdos del mismo en otros instantes. Reflexionaba hace un año al respecto, un quince de agosto, el peor día para publicar un escrito. Cuando decía ayer que la verdad no estaba aquí, sino en absurdidades, no lo decía por decir ni por epatar; esta noticia que he publicado en absurdidades, me ha hecho pensar en este escrito y la reflexión espacio tiempo que hacía hace un año ....

"Cierto es que tengo, grandes dificultades en ubicar el espacio tiempo de mi entorno, quizá debido a que no paro, arriba y abajo con el coche todos los santos días del año. Un día cuando salgo a las cinco de la mañana saludo alguno de los vecinos que me encuentro o a un conocido tomando café, me voy a Andorra y al atardecer -cuando regreso - me los vuelvo a encontrar. Y aquí ya no lo tengo nada claro, Si primero estaba y luego no, he vuelto, y mientras tanto si yo no estaba, todo ello es, existe, continúa, no será todo virtual ?. No será que nada de todo esto existe que todo ello sólo es un espejismo que no sé porque carajo sirve. "

Y es que el asunto es complejo a medida que vamos reflexionando:

Los pueblos, cuando nosotros no estamos, existen? o como en la consola del video juego les ponen cuando volvemos después de mucho tiempo. ¿Y los recuerdos? son sólo recuerdos o son realidades paralelas.

Cruzo la plaza Enrique Granados y puedo escuchar a Graells explicando los chistes que llevaba apuntados en una libreta cuando teníamos doce años e íbamos a la Academia del Sr. Caldas.

En la plaza Marcet, puedo ver todavía el antiguo edificio de la Casa de la Caridad, con sor Teresa y sor Pilar, las monjas Paulas que con sus alerones tanto me fascinaban pequeño.

Puedo recrear la máquina cosechadora cuando venía de Moia y niños la íbamos a esperar a medio camino desde l'ESTANY, y puedo recrear los hombres haciendo los pajares, sentir el olor de la paja y ver la imagen de aquellos hombres con sombrero, gafas y pañuelo tapándose la nariz y la boca, mientras evoco al Basta bajaba durmiendo encima del carro y la mula que le llevaba cada mañana de San Llorenç a Sabadell.

Puedo recrear el Sánchez en ir al fútbol a la vieja Cruz Alta, y sus caramelos, la regaliz tierna, y el olor de tabaco en el campo.

Puedo recrear perfectamente el día que nació mi primera hija y ses hermanas también, y aquel sábado en que enseñé a mi padre París.

Y no son sólo recuerdos, sería demasiado fácil verlo de esta manera; estas situaciones, simplemente todavía están, pero en un estado temporal diferente, sólo hay que estar atento y receptivo para verlo en la reconstrucción mental que se recrea. Pasado, presente, futuro, son conceptos muy relativos; Este texto una vez escrito ayer miércoles, ya no está presente, es pasado, pero también es futuro dado se publicará mañana viernes a las 06:47. Y el presente? supongo que en medio del momento de escribirlo ayer, ha sido futuro programado, pero a las 06:48 será ya pasado, si es que no vivimos en un presente inmediato permanente.