Un equipo de Investigadores de la Universidad de Kyoto (Japón) indagaron por qué el viaje de vuelta siempre parece ser más corto, después de haber realizado un experimento con 20 personas. Resulta que esta sensación depende del sistema nervioso. En su experimento los científicos proporcionaron a 20 personas divididas en dos grupos elegir la duración de viajes grabados en dos películas diferentes.
Ambos vídeos duraban 26,3 minutos y los viajes cubrían la misma distancia (1,7 kilómetros), pero uno de estos fue grabado en la ida y la vuelta y en el otro fueron enseñados dos trayectos a diferentes lugares, informa el reporte publicado en la revista 'Plus One'. Al final del experimento el grupo que vio el vídeo con el trayecto inverso dijo que el viaje de vuelta duró menos, mientras los que vieron la otra grabación aseguraron que no habían notado ninguna diferencia. Así los científicos concluyeron que este fenómeno existe en realidad, pero no afecta a nuestro mecanismo interno de percepción temporal, sino a nuestro sentimiento del tiempo de forma retrospectiva. Además sostienen que las diferentes opiniones sobre la duración de los viajes parecen estar relacionadas con las diferencias en las respuestas del sistema nervioso en los dos grupos.
No digo que no tenga sentido lo que dicen los investigadores japoneses, Pero lo que entiendo sucede, es que en el viaje de vuelta ya conocemos el paisaje y por lo tanto tenemos una serie de referencias del camino que hacen que no nos sea desconocido y por ello no nos fijamos tanto y es por eso que se nos hace más corto. En la ida estamos más pendientes del paisaje y no sabemos cuando tardaremos en llegar, por eso se nos hace más largo en no tener ninguna referencia.
Ambos vídeos duraban 26,3 minutos y los viajes cubrían la misma distancia (1,7 kilómetros), pero uno de estos fue grabado en la ida y la vuelta y en el otro fueron enseñados dos trayectos a diferentes lugares, informa el reporte publicado en la revista 'Plus One'. Al final del experimento el grupo que vio el vídeo con el trayecto inverso dijo que el viaje de vuelta duró menos, mientras los que vieron la otra grabación aseguraron que no habían notado ninguna diferencia. Así los científicos concluyeron que este fenómeno existe en realidad, pero no afecta a nuestro mecanismo interno de percepción temporal, sino a nuestro sentimiento del tiempo de forma retrospectiva. Además sostienen que las diferentes opiniones sobre la duración de los viajes parecen estar relacionadas con las diferencias en las respuestas del sistema nervioso en los dos grupos.
No digo que no tenga sentido lo que dicen los investigadores japoneses, Pero lo que entiendo sucede, es que en el viaje de vuelta ya conocemos el paisaje y por lo tanto tenemos una serie de referencias del camino que hacen que no nos sea desconocido y por ello no nos fijamos tanto y es por eso que se nos hace más corto. En la ida estamos más pendientes del paisaje y no sabemos cuando tardaremos en llegar, por eso se nos hace más largo en no tener ninguna referencia.
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