
Me he tomado la molestia de leerme el Coran, que por cierto es más aburrido que la Biblia, donde hay mas sexo, drogas i rock'and roll, incestos y más.
Dicho esto, nuestra sociedad ha empezado a experimentar un gran cambio en los últimos 50 años, y nos queda todavía mucho camino por recorrer hasta que mujeres, niñas y viejos tengan todos los mismos derechos... y obligaciones que los hombres. O es que hemos olvidado que no hace muchos años para las mujeres era obligatorio si querían entrar en la Iglesia, ponerse la mantilla en la cabeza o en su defecto un pañuelo, los brazos cubiertos y medias, o las abuelas en los pueblos con aquel pañuelo negro en la cabeza que tan triste era y que hacía que mujeres de 50 años pareciesen de setenta.
A pesar de lo que he manifestado y profundizando en el tema de las costumbres musulmanas, creo sinceramente que por encima de las religiones y sus normas, están las personas y sus derechos igualitarios, y lo que no tengo nada claro es el hecho de que las mujeres o niñas musulmanas no puedan vestir como quieran, pues si lo hacen como un acto de fe, lo puedo intentar comprender, pero si como mucho me temo es por miedo o por obligación, aquí ya se están violando sus derechos como personas y entonces ya no vamos bien, pues los derechos de cualquier ser humano están por encima de los libros sagrados que sobre dioses más o menos justos hayan podido escribir los hombres. Y es que aquí todo el mundo se ve capaz de meterse con católicos, protestantes, testigos de Jehová y otras sectas, pero el tema musulmán es tabú, y si tenemos que ser coherentes tenemos que serlo con todas las consecuencias, pues de no ser así, haremos un flaco favor a los afectados, o mejor dicho, en este caso, a las afectadas.
Ala és muy grande y Mahoma era su profeta, pero más de un Iman ni tan siguiera sabe de letra.
Ala és muy grande y Mahoma era su profeta, pero más de un Iman ni tan siguiera sabe de letra.
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