Cuando en un país multicolor como España, el político mejor valorado es Albert Rivera, es, si no fuera por el panorama que tenemos en Catalunya, para hacerse independentista ya, y la razón es muy simple; Albert Rivera no es un político, ni un gestor como podría ser el inútil de Rajoy o Mas, Albert Rivera, como Ciudadanos, es sólo humo, humo de aquel que se desvanece enroscándose hacia arriba hasta desaparecer, o una especie de trampantojo. ¡Ah! pero España que es un país francamente fascinante y alucinógeno piensa votar mucho a este señor y a su partido, y no soy capaz de entenderlo, ni siquiera teniendo en cuenta que no tiene ningún rival serio que se lo pueda impedir, salvo que Soraya se presentase en vez del Señor plasma, luego quizás podríamos hablar, y no es que la señora sea gran cosa, pero los tiene bien puestos y sabe cuadrar el personal, que no es mucho ya lo sé, Soraya vendría a ser como Massiel pero en versión parlamentaria, y es que no hay nada más, ni a la derecha ni a la izquierda ni en el centro, el nivel es de border line.

Quizá por ello, y tal vez por qué ya estoy cansado, ayer cuando en el buzón tenía las tres notificaciones para ir a votar el día 20 de este mes (¡uff! Cuando falta todavía), aparte de la de mi padre que desgraciadamente ya no podrá utilizar, la de Nuri y mia de mutuo acuerdo fueron directamente a la bolsa de la basura.

Cuando alguien con una con un mínimo de decencia, de inteligencia, de sentido común se presente a unas elecciones, volveré a ejercer mi derecho de voto, pero no acepto a inconsistentes indigentes mentales como animal de compañía de gobierno, ni pienso votar a trampantojos.