Celia Villalobos, sobre Podemos: 'Me da igual que lleven rastas, pero que las lleven limpias para no pegarme los piojos"'

Alberto Rodríguez tiene 33 años, es hijo de una maestra y un electricista. Es técnico superior en Química Ambiental y trabaja como operador en una refinería de petróleo. Desde ayer es además diputado de Podemos en el Congreso, número uno por Santa Cruz de Tenerife. Y hasta que a la ciudadanía (y a sus compañeros de trabajo) le empiece a sonar su nombre, Alberto Rodríguez es "el diputado de las rastas". Su fotografía desfilando por delante del escaño del presidente del Gobierno en funciones y la mirada de Rajoy como si se le hubiera aparecido un espectro en el hemiciclo ha sido portada de varios periódicos y ha servido para retratar el ingreso de la llamada nueva política en las Cortes."A pesar de sus abucheos, gritos e insultos, no consiguieron callar las voces del cambio. Es imparable y lo saben", tuiteaba Rodríguez ayer tras jurar su cargo. Su discurso fue uno de las más protestados con murmuros durante la sesión constitutiva. El diputado de las rastas, casi oculto tras una columna, señalando con el dedo a los diputados del resto de partidos, esa "casta".

Un día después de convertirse oficialmente en diputado el político de Podemos, y sobre todo sus rastas, ha seguido dando de qué hablar. Celia Villalobos, vicepresidenta primera del Congreso, la única que repite en la mesa con respecto a la anterior legislatura, ha valorado hoy el peinado de su señoría: "Me da igual que lleven rastas, pero que las lleven limpias para no pegarme piojos", ha asegurado durante su intervención en el programa de TVE 'La Mañana' de Mariló Montero

Aparte de que no es precisamente un prodigio de estética, el pelo a menudo destripados y no demasiado limpios de Celia Villalobos no son un ejemplo a seguir, como sus observaciones sobre Alberto Rodriguez o su afición senil al Candy Crush. A esta señora se le ha pasado el arroz hace tiempo y toca más cuartos que horas, a pesar de todo y incomprensiblemente, mantiene su cargo. Spain is different.

También me gustaría comentarle a la Sra Villallobos que posiblemente los diputados y diputadas de su Partido pueden ir muy limpios pulidos, ordenados y engominados, más que ella seguro que últimamente se ha soltado bastante, pero emiten otro tipo de hedor, un hedor real a corrupción, a  mamoneo, a cinismo, a pocavergüenzismo, a hipocresía farisaica, y es un hedor que molesta mucho más que la presunta hedor del sr. de las rastas o la dantesca visión del peinado imposible de Iñaki Anasagasti.

de todos modos, una frase interesante en el país sobre el tema:

No basta vestirse de Hermès para ejercer la política con aseo, pero tampoco es suficiente renunciar a la corbata y colgarse una mochila para convertirla en cercana y honesta