MAS, LA CUP Y EL GATO


"En una noche dantesca de tormenta y agua a raudales, rayos y truenos, un hombre circula por una carretera secundaria con su automóvil. Tiene un rebentón en una de las ruedas y por más que mira y remira es incapaz de encontrar el gato para subir el coche y asi poder cambiar la rueda. (En el tiempo del chiste no había todavía móviles, o pongamos que no tenía cobertura o se había quedado sin batería). Preocupado, ya que por aquella carretera secundaria y en una noche como aquella no pasa nadie, el hombre recobra la esperanza al ver a los lejo la tenue luz de una casa. Ya está, se llama el hombre, me acerco a la casa (seguro que tienen coche en vivir tanto apartados), les digo que me dejen el gato y les doy quinientas pesetas por el gran favor que me harán y una vez arreglado y cambiada la rueda ya se lo devolveré. Pero a medida que acercándose a la casa el hombre va pensando: Quinientas pesetes es mucho, al fin y al cabo sólo me dejarán un gato y nada más; Sabes qué! les daré trescientas pesetas y ya está bien. Continúa acercándose a la casa y ya empieza a estar cabreado como el tiempo: ¡Que coño! trescientas pesetas, veinte duros y van que chutan que ellos no tienen que hacer nada, por quinientas pesetas ya me lo quedo yo el gato y no se lo devuelvo. Llega el hombre a la puerta de la casa y llama a la puerta. Ve que miran por la ventanilla y finalmente le abren; entonces, el hombre enfurecido del todo le suelta a la buena mujer que le ha abierto la puerta: SABE QUE LE DIGO, QUE YA SE PUEDE METER EL GATO EN EL CULO! y se vuelve hacia el coche sin que la buena mujer haya entendido nada de lo que acaba de escuchar."

Este es un viejo chiste de Eugenio, pero creo que se lo pueden empezar a aplicar los de la CUP, cuando finalmente decidan dar el SI a la investidura de Artur Mas que con lo que le han hecho sufrir, lo más probable es que les diga como el hombre del chiste: ¡ya se pueden meter su SI en el culo!. Yo, de él lo haría.

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