La competitividad es la farsa para legitimar la desigualdad: se despide a la gente o se le rebaja el sueldo y luego se les dice que la causa es que no son competitivos. En cambio, cuando los grandes bancos se hunden: ¿son competitivos? Pero se ve lógico subvencionarlos, salvarles el pellejo, porque ellos controlan los estados.
Samir Amin
No hay comentarios:
Publicar un comentario