- Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer..

- ¿Qué te has hecho en la mano?
Ignatius miró los arañazos que le había hecho el gato cuando intentaba meterlo en el compartimento de los panecillos.

- Tuve una batalla casi apocalíptica con una prostituta hambrienta -eructó-. De no ser por mi fuerza muscular superior habría saqueado mi carro. Al final, hubo de alejarse del lugar de la lucha cojeando, con sus chillonas galas hechas jirones.

- Sólo me relaciono con mis iguales, pero como no  tengo iguales no me relaciono con nadie.

- Era la primera vez en mi vida que salía de Nueva Orleáns. Empecé a sentir miedo..................... Empecé a pensar que unos cuantos campesinos fanáticos podrían empezar a tirar bombas a aquel autobús. Les gusta atacar a los vehículos, que son un símbolo del progreso.

- Ni hablar. No estoy dispuesto a llevar una gorra de papel. La que tengo es perfecta y mucho más higiénica. No quiero morir de neumoní­a por un capricho suyo. No llevaré esa gorra. Prefiero la muerte al deshonor y la enfermedad.

- El deseo humano de alimento y sexo es relativamente similar. Si hay violaciones a mano armada, ¿por qué no va a haber robos de salchichas? No veo nada insólito en el asunto...


John Kennedy Toole
La conjura de los necios, 

Por cierto:  Que gran portavoz del Gobierno seria Ignatius.....(lo dejo aquí)