El pasado sábado los disturbios durante el partido entre Rusia e Inglaterra en Marsella se saldaron con 35 personas hospitalizadas, 8 detenciones y un seguidor inglés "entre la vida y la muerte". El Vélodrome se convirtió en una batalla campal después de que los aficionados rusos esquivar los cordones de seguridad y agredieran a sus rivales ingleses en las gradas, aunque no contentos con ello, la guerra continuó fuera del estadio.
La sensación es que la policía francesa estaba mas pendiente de los posibles ataques islamistas y de las protestas internas a raíz de la reforma laboral, que de estos disturbios, lo que dice poco a favor de su profesionalidad y conocimiento de la situación, pues era más que previsible que estos altercados es produjeran; los ingleses ya tienen práctica montar estos saraos y los rusos lo han sofisticado, están entrenados como grupos paramilitares, en youtube hay videos que lo reflejan, y ya me veo venir que en la España Turquía de mañana habrá sarao del gordo.
Y no todos los dirigentes del deporte condenan este tipo de comportamiento. Igor Lebedev, diputado y miembro de la Unión Rusa de fúbol (URF) mostró vía Twitter su apoyo a los aficionados rusos que estuvieron implicados en las peleas en Marsella. "No veo nada malo en que los seguidores se peleen. Al contrario, siga así!", Fue su mensaje en las redes sociales.
Y esto no es más que el principio, los disturbios irán a más y se profesionalizarán más y sino al tiempo, es la barbarie de unos vagos que son más que gamberros, que practican la violencia por la violencia, que ya se vislumbraba en la naranja mecánica, y no lo digo sólo por los hijos de Putin, que son los más avanzados, el resto van del mismo palo.
Y es un problema relativamente fácil de solucionar: la mayoría de hooligans en cada país la policía los tiene suficientemente identificados. Retenerlos en comisaría en días de partido ya se ha hecho con unos cuantos; pero se debería ampliar la medida, y aplicar la ley seriamente contra estos canallas, porque si no acabaremos celebrando los Partidos o competiciones como ésta de Europa a puerta cerrada y sin desplazamiento de aficionados, unos aficionados que son en gran parte , los mismos que se apuntan a cualquier sarao, en celebraciones de victorias, movimientos okupas, o lo que sea con tal de hacer daño porqué si.
Es la violencia por la violencia, sin motivo ni razón real, esto requeriría un mínimo de inteligencia, y aquí el encefalograma es plano; es la Naranja mecánica de Kubrick, e irá a más si las autoridades no ponen remedio y sobre todo mano dura.
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