¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuando bella es la humanidad!
¡Oh mundo feliz,
en el que vive gente así!
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Cuando llegó el año 1984, aparentemente no pasó nada y más de uno respiró aliviado. Orwell se había equivocado, sus predicciones no se habían cumplido, al menos del todo, sólo alguna apariencia y sin embargo mucho más de lo que parecía sin que demasiado se notase. Pero mientras respiraban aliviados, olvidaban a otro escritor inglés, Aldous Huxley.

A pesar de lo que muchos creen 1984 y el 'Mundo feliz', poco tienen que ver aparte de ser dos novelas futuristas. Orwell cree que en un futuro seremos dominados por una presión externa, en cambio Huxley lo simplifica, quizás da por hecho el gran hermano, pero él cree que los ciudadanos se dejarán dominar víctimas de la propia comodidad y la tecnología como así ha sucedido.
Orwell temía que acabaran prohibiendo los libros, como lo pronosticaba también Bradbury. Huxley en cambio intuía que no habría motivos para hacerlo, simplemente porque no habría casi nadie que los quisiera leer.

Tenía razón Orwell cuando decía que la verdad nos sería escondida como el trabajo que su protagonista desarrollaba en la novela en el 'Ministerio de la verdad', pero Huxley que ya daba por hecho eso, entendía que la verdad realmente se ahogaría en un alud de información imposible de digerir por los ciudadanos, que cada vez sabrían más sobre menos cosas y por lo tanto más desinformados estarían.

Orwell temía que nos destruyera todo lo que odiábamos y en cambio Huxley creía que lo que nos destruiría era precisamente lo que queríamos. Huxley previó también la clonación, los grandes parques temáticos, los geriátricos y la estupidización y banalización de toda una sociedad que Orwell se negaba a admitir y pretendía salvar echando la culpa al enemigo exterior, cuando como creía Huxley el enemigo está dentro, lo que nos hace aún mas vulnerables.

Visto el paso del tiempo, en el año de 2016 parece evidente que Aldous Huxley tenía mucha más razón que Orwell, y una cínica y acertada visión del futuro que él afortunadamoente se ahorró de vivir.