Es recurrente para muchos, sea en una charla, una tertulia, o por escrito, recurrir a frases de personajes para reforzar las propias opiniones, algunos las utilizan de vez en cuando y los que son o creen ser más eruditos, lo hacen a menudo. .. como decía tal ...., etc etc, y según cual ..... etc, y así dan, además de erudición a su discurso un refuerzo gracias a lo que se dice que habían dicho otros.
Digo esto, porque las frases atribuidas a otro, no siempre son ciertas, ni las dijo que se dice que las dijo. Dicen que en la tumba de Groucho Marx no pone 'perdonen que no me levante', u otras frases por el estilo atribuidas a personajes no las dijeron ellos.
Leo hoy en el Café de Ocata, que Sócrates no dijo 'Sólo sé que no sé nada'. Válgame Dios, la frase más mítica, el disparo de salida a la filosofía post-socrática no es de Sócrates, ¡ay señor! ya me veo venir que 'nos hacemos unas pajillas', no será tampoco de Torrente.
Digo esto, porque las frases atribuidas a otro, no siempre son ciertas, ni las dijo que se dice que las dijo. Dicen que en la tumba de Groucho Marx no pone 'perdonen que no me levante', u otras frases por el estilo atribuidas a personajes no las dijeron ellos.
Leo hoy en el Café de Ocata, que Sócrates no dijo 'Sólo sé que no sé nada'. Válgame Dios, la frase más mítica, el disparo de salida a la filosofía post-socrática no es de Sócrates, ¡ay señor! ya me veo venir que 'nos hacemos unas pajillas', no será tampoco de Torrente.
Todo un mundo, que coño un mundo!, todo un Universo se me acaba de derrumbar, no era Sócrates, era yo el que no sabía nada, que tampoco tendría que sorprenderme, bien mirado. Pero, siempre hay un pero, o casi siempre, se me ha ocurrido curiosear, y lo más cercano a la realidad de lo ocurrido, el origen de la frase, lo he encontrado aqui:
Estamos ante la frase más trascendente del primero de los tres grandes pensadores de la Grecia Clásica: Sócrates, Platón y Aristóteles. La frase da comienzo a toda la Filosofía Postsocrática occidental y somete todo el conocimiento a la duda, admitiendo la propia ignorancia.
La frase se extrae de la obra de Platón Apología de Sócrates. En esta obra de juventud, Platón expone una versión del discurso de defensa de Sócrates ante los tribunales atenienses tras el que fue sentenciado a muerte.
La reflexión socrática es más compleja que la frase que conocemos y dice literalmente “Este hombre, por una parte, cree que sabe algo, mientras que no sabe (nada). Por otra parte, yo, que igualmente no sé (nada), tampoco creo (saber algo)”.
Sin embargo, la frase ha trascendido como la más famosa paradoja de la historia de manera más sintética. Sólo sé que no sé nada..
Se podría decir que esta frase tal como la conocemos, fue sacada de contexto ...
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