Casi 1.500 personas, rescatadas en 12 operaciones de salvamento en las aguas del Mediterráneo, permanecen desde el pasado jueves en el Prudence, el barco de búsqueda y rescate de Médicos Sin Fronteras (MSF). La embarcación, cuya capacidad alcanza las 600 personas, no puede regresar a Sicilia. ¿El motivo? Las fuertes medidas de seguridad adoptadas con motivo de la cumbre del G7, celebrada en la ciudad de Taormina (situada en la costa este de la isla) entre este viernes y este sábado.
La delegación italiana de Médicos Sin Fronteras ha alertado de la "situación tan insostenible" que viven las 1.449 personas, entre ellas 140 mujeres y 45 niños, que viajan a bordo del Prudence desde el pasado jueves. Asimismo, la organización ha denunciado que el primer puerto disponible está en Nápoles, a 48 horas de viaje desde la isla italiana.
"En estas condiciones es simplemente imposible proporcionar una alimentación adecuada y atención médica a cientos de hombres, mujeres y niños, y el primer puerto disponible para la descarga está a 48 horas de nuestra posición actual. Después de rescatar a cientos de personas de una muerte segura en el mar, ahora no podemos garantizar sus condiciones de seguridad a bordo, debido al gran hacinamiento", ha criticado Michele Trainiti, coordinador italiano de las operaciones de búsqueda y rescate de MSF, a través de un vídeo publicado en Twitter. MSF Italia ha señalado a través de un comunicado que la llegada del Prudence al puerto de Nápoles está programada para este domingo 28 a las 7.00 horas.
"En este momento, a pesar de nuestras solicitudes de apoyo hechas a las autoridades italianas, ningún buque militar o comercial ha enviado ayuda para parar esta situación desesperada. ¿Dónde están los demás? La Unión Europea ha fallado en su deber de proteger la vida en el mar", ha apuntado Michele Trainiti. Por su parte, la ONG catalana Proactiva Open Armas ha denunciado a Público una situación similar. El pasado martes 16 de mayo, su barco de búsqueda y rescate, Astral, partía hacia Malta en una nueva operación de salvamento. Tras 24 horas de rescate, las autoridades italianas impidieron el regreso a la isla de Sicilia de la embarcación, con 349 personas a bordo.
"No nos dejaban acercarnos a la costa ni por asomo. Nos decían que era por 'medidas de seguridad' con motivo de la cumbre del G7", ha explicado a este medio la portavoz de la ONG, Laura Lanuza. El Astral se vio obligado a cambiar el rumbo y, tras casi cuatro días de travesía por las aguas del Mediterráneo, consiguió llegar al puerto del municipio italiano de Crotone. Lula Rodríguez Alarcón, directora general de la fundación PorCausa, considera que esta situación es "una gota más en esta nave de despropósitos". Con respeto a las medidas migratorias que ha adoptado la UE en los últimos años, Rodríguez ha subrayado a Público que "sólo incrementan el volumen de muertos y de mafia".
Asimismo, la directora general de esta fundación de investigación y periodismo ha criticado la vulneración de los derechos humanos y de la ley de asistencia marítima. Preguntada por las claves para resolver esta crisis migratoria, Lula Rodríguez cree que lo importante es "abrir las fronteras de forma ordenada y redistribuir los fondos destinados al control de las mismas -17.000 millones de euros en tres años, según PorCausa- para que la acogida no ocasione ninguna carga a los países".
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