La mayoría de los diarios, los digitales y los de papel, ya no se atreven a gastar bromas el dia de los santos inocentes, no tanto porque los descubrimos en seguida sino porque ya nos las gastan sin querer o queriendo a diario. Hoy día la realidad es tan chusca, papanatas y despavorida que cualquier noticia puede ser auténtica. Con Puigdemont en Bruselas, los papeles de Bárcenas autentificados por la fiscalía, Montoro en Hacienda, los impuestos al sol, Ana Mato criando deportivos en el garaje, Fátima Báñez poniendo a la Virgen a crear empleo y Jorge Fernández Díaz hablando con su an gel de la guarda para que le busque aparcamiento, no puede competir ni Groucho Marx. El sábado mismo tuve que frotarme los ojos después de leer en varios medios que el PP había denunciado al ABC por sacar en portada a Arrimadas el día de la jornada de reflexión en lugar de sacar a Albiol junto a Rajoy, como había hecho La Razón. La hilaridad se multiplicaba al pensar en la tirada y el número de lectores con que debe de contar el ABC en Catalunya.

Por eso mismo ningún periódico, ni el diario.es se ha atrevido a publicar la inocentada definitiva, la postinocentada con el titular increíble a cuatro columnas y las negritas bien gordas (“RAJOY DIMITE”) porque la verdadera inocentada, que dura ya demasiado, es que Mariano (alias M.Rajoy) sea presidente de España. Se trata de una una broma pesadísima, una chufla interminable, una pesadilla telegrafiada en plasma, sobornos, sobresueldos y trabalenguas dignos de Chiquito de la Calzada, que en paz descanse. Desde hace seis años los españoles llevamos colgado a la espalda un muñequito de un metro noventa con barba y gafas. Y no hay manera de quitárnoslo de encima.

Por cierto, ¿alguien ha visto o sabe del paradero de Soraya Saenz de Santamaria y madre del amor hermoso, la descabezadora de indepes?