Las diferentes versiones de la ministra de Justicia sobre su relación con el comisario Villarejo, de negarlo todo a admitir tres encuentros, provocan o acabaran provocando su dimisión. La ministra de Justicia dijo primero que no había tenido "ningún tipo de relación personal, profesional, oficial o no oficial con José Villarejo". Después de que se publicase la grabación de una comida en la que estuvieron ambos reconoció que han coincidido en tres ocasiones, y luego está sus afirmaciones homofóbas sobre Grande Marlaska, aúnque insinúa se han manipulado las grabaciones.
No deberia dimitir por haberse reunido con Villarejo, ni por tratar a Grande Marlaska de maricón, porqué a parte que de esto hace 9 años, aquí no hay dios que pase la prueba del algodón si se grabaran o grabasen sus conversaciones privadas. Pero, si debe dimitir o ser cesada, por mentir, por negar una evidencia que deberia saber que la acabaria delatando. Parece mentira que con los precendentes de Màximo Huerta i Montón, no haya aprendido la lección.
Si sale la ministra en el primer momento, anticipándose, reconociendo haberse reunido con Villarejo y reconociendo que alguna de sus afirmaciones no era muy adecuada, y se disculpaba por ello, aquí no habría pasado nada, por más interés que pusieran PP o C,s, pero la Señora Ministra mintió, y es por eso que debe dimitir... y dimitirá.
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