En la entrevista que el diario.es realizó al filósofo José Antonio Marina, que comentaba en el escrito de ayer, hay una respuesta a la pregunta del periodista que es preocupante, pero lamentablemente atinada.

 "En este momento estamos viendo como en naciones con gran tradición democrática hay mucha gente joven que empieza a pensar que, a lo mejor, no es tan importante vivir en un sistema democrático. Que estarían dispuestos a vivir en un régimen autoritario.

El filósof José Antonio Marina ha publicat conjuntamet amb l'historiador Javier Rambaud: Biografía de la humanidad.

"¿Cree que es urgente esta mirada atrás ante movimientos intelectuales y filosóficos como el transhumanismo?

"Cuando las religiones se unen a la política, todo se va al carajo" Creo que estamos en un momento en el que se van a vivir cambios muy acelerados. Ante el transhumanismo y el posthumanismo, yo me pregunto: 'Vamos a ver exactamente si antes entendemos cómo hemos llegado hasta aquí, qué es lo que somos'.
Hay algo sobre lo que ya había reflexionado en Tratado de la filosofía Zoom (Ariel, 2018) y en La lucha por la dignidad(Anagrama, 2005). En estos libros me convencí de que afirmamos constantemente cosas como si fuesen evidentes, pero que no lo son.

Estamos en una cultura del usar de todo, incluso los conceptos, sin entender muy bien de lo que tratan. Y eso puede plantear problemas muy graves. En este momento estamos viendo como en naciones con gran tradición democrática hay mucha gente joven que empieza a pensar que, a lo mejor, no es tan importante vivir en un sistema democrático. Que estarían dispuestos a vivir en un régimen autoritario. Hay que comprender de dónde viene esto."

El resultado de las últimas elecciones no ya en Brasil, sino en varios países europeos, nos llevan a este tipo de sistemas de Gobierno autoritarios y relativamente democráticos, y es que vivir en una democracia no es fácil, sobre todo si los únicos que lo son de demócratas son los ciudadanos, dado los Gobiernos en general hace ya tiempo que han dejado de serlo.
Y es que el hecho de vivir en una no democracia, instalarse en la dictadura más o menos encubierta, es goloso. Por ejemple, en una dictadura no habría caso 'restos de Franco', ni el problema Villarejo, se arreglan ambos casos rápido, con los restos se hace lo que el Gobierno le parezca, y en el segundo se cierran los medios que reproduzcan las grabaciones del comisario, que seguramente sufriría algún accidente tipo Baader Meinhof, y problema resuelto. Lasa y Zabala podrían hablar de esto si no hubieran sido asesinados y enterrados en cal viva, por un Gobierno democrático y de izquierdas.
Pero esto es retroceder en el tiempo, un tiempo del que ya venimos bastante saturados y se debe afrontar a pesar de su coste, el hecho de vivir en democracia, en un estado lo más democrático posible, ya pesar del deterioro de la clase política, tanto la vieja como la nueva, hay que ir a las urnas en cada elección, pero es por eso que se debe tener cuidado a la hora de 'voxtar' a según qué Ciudadanos, aunque que sea por lo del malo conocido y el bueno por conocer.

 Hay quien plantea la posibilidad de que la gente debería de pasar un examen  para poder acceder al derecho del voto, remitiéndose a Platón, aunque ya Assimov tenía un cuento sobre este tema, en el que el voto de toda una nación recaía en una sola persona, elegida y preparada para ello.
La democracia consiste en escoger a nuestros representantes libremente, pero lo que hacemos no es más que meter una papeleta en una urna, de acuerdo con las mentiras que nos han hecho creer, asegurándonos de que harán lo que luego no hacen, pero la democracia también es la responsabilidad de los propios ciudadanos de denunciar estas mentiras y obligar a sus gobernantes a gobernar como es debido.