Hacía más de un año que ni le veían ni le escuchaban en directo. Un tiempo en el que el major Trapero ha seguido acudiendo a diario a trabajar a su despacho en Les Corts, pero donde se mantiene completamente al margen de la organización para evitar malos entendidos.
El mayor llegó el miércoles en el último AVE acompañado de un comisario, que siguió la declaración desde fuera del Supremo, y de las letradas Olga Tubau y Mari Pau Martí.
En la puerta de la comisaría de Sant Andreu, uno de los policías de custodia de acceso llevó un pinganillo conectado a la radio, siguiendo en directo la declaración. Lo hicieron muchos ayer. Entre las ocho de la mañana y la una de la tarde, el grupo de robos con fuerza del área de investigación criminal de la región metropolitana sur detuvo ayer a seis albanokosovares acusados de la entrada en una veintena de domicilios. Realizaron cuatro entradas en domicilios. Desde las once de la mañana, en todos los vehículos del operativo, incluidas furgonetas de la Brimo, las radios conectaban con el Supremo. Las palabras del mayor se llegaron a colar durante una detención.
En el despacho del grupo de multirreincidentes de la DIC, la gran pantalla plana de televisión –que hace unos meses decomisaron en una actuación y un juez autorizó utilizar– estuvo conectada con una de las cadenas que emite en directo las sesiones del juicio. No fue la única. Todos los televisores de Egara tuvieron ayer sintonizado el mismo contenido, incluido el zulo de la comisaría de información, en el que el habitual silencio se rompió en algunos momentos para aplaudir al declarante. En el Supremo, el intendente jefe de la DIC y dos mossos acreditados en la Audiencia Nacional siguieron la declaración desde dentro.
El interrogatorio también estuvo sintonizado en el televisor del área de comunicación de los Mossos, con sede en Les Corts. Tras una reflexión de la noche anterior, se decidió no utilizar las cuentas oficiales del cuerpo para referirse a la declaración, pero sí rebajar a la mínima expresión su presencia durante el día. Porque entendían que para la organización policial no era una jornada cualquiera. Había llegado el momento de defenderse. Tenían ganas de escucharle, y la mayoría volvió a sentir que alguien hablaba con claridad en su nombre.
Y Trapero habló en una la declaración más larga hasta ahora del juicio, y hablo con la verdad y nada más que la verdad, desmontando la teoría de Conspiración y Rebelión, ¿como pudo haber rebelión si sólo se tiró una botella no se sabe si de plástico o de cristal?. Sucede que aquí unos políticos pardillos jugaron a la revolución y proclamación/no proclamación de la República de la señorita Pepis y en Madrid el Gobierno Español creyó que iban en serio, pero fueron los únicos, el Major Trapero sabia que no era así y la mayoria de la gente de Catalunya creia lo mismo, y me atreveria afirmar que Soraya Saenz de Santamaria también.
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