JUEGO DE TRONOS & 'THE PROCÉS'


George R.R. Martin debía publicar Vientos de invierno, la sexta entrega de Canción de hielo y fuego, en la primavera de 2016, justo antes del estreno de la sexta temporada de la serie televisiva Juego de tronos. Sin embargo, el escritor fue incapaz de cumplir los plazos de la editorial, pero no es que incumpliera aquel plazo, es que aún no había fecha de publicación en la vista. Por eso un ingeniero creó un robot, un sistema de inteligencia artificial (IA), para que escribiera la continuación de la saga que tiene a medio planeta con el colmillo goteando.
No hizo falta y el señor de la gorra imposible ha continuado escribiendo sus historias, que de hecho las podría escribir un robot tranquilamente. Igual este robot le daría un poco de calidad e imaginación a la serie, una serie que vi en su primera temporada en Canal+ y la abandoné aburrido, por esa sensación de lo ya visto, de deja vu, con unos dragones casi ridículos. No explican nada nuevo, y la serie se mueve entre el sexo, la intriga y la violencia, aspectos que ya Shakespeare había tratado antes mucho mejor sobre la condición humana, y de una manera menos bizantina que Martin. En juego de tronos, los personajes fornican, conspiran o se matan entre ellos y nada más, y eso es muy viejo y ya se ha explicado muchas veces. Pero si a la gente le gusta, si hay tantos pegados a la serie, algo debe tener, aunque yo - lo reconozco - no le supe ver en su momento y por eso la dejé.
Al no seguirla no sé si la serie ha cambiado mucho, parecería que si, dado la mucha gente la ve y le gusta, pero eso no es garantía de nada, también tiene mucha audiencia the Walking Dead u otras series infumables. Quizás el primer problema en mi caso, sean precisamente las series, el concepto de series, que no dejan de ser películas a plazos, con lo que conlleva de estirar en exceso el hilo del argumento.
Hay una serie que si me gustó, quizás la única, por diferente o simplemente por qué si, 'The Leftovers', y más que gustar, honestamente debería decir que consiguió interesarme, que ya es mucho, y esta si la vi toda. Otro de los problemas de las series es que te obligan a verlas, por episodios y en muchos casos durante cinco o más años, como es el caso de Juego de Tronos, que termina en la octava temporada, y hay que ver lo pesados ​​que están en las radios, teles y diarios hablando constantemente de la serie, hasta el punto de aburrir y hacerse más pesados que la serie 'The Procés off Catalonia' que también hace mucho que dura, y dura, y dura, y dura. Aquí. en 'The Procés' de sexo poco, pero violencia, mentiras, cintas de vídeo, uñas rotas, 'el que fué un testiculo', miradas de odio, e hijos de put, hay más que en Juego de Tronos, y sólo dura una temporada.
De hecho, no me hagáis mucho caso, aparte de Juego de Tronos, tampoco me gustan las croquetas, Rosalia, Manel o Star Wars, la saga más pesada de todas las que se hacen y se deshacen en la Galaxia.

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