Arribas Castro acuñó una frase que hizo mucha fortuna: 'La ciudad es un millón de cosas', y se podría añadir, y unas cuantas cosas más. En NacióDigital hablan con los responsables del perfil de Twitter anónimo nacido hace un mes, que lanza avisos de presuntos delitos en la capital catalana sin estar sometido a ningún control público: "Detectadas tres carteristas de una mafia organizada de Europa del Este a [ la parada de metro] Universidad". Este es uno de los últimos mensajes que el perfil de Twitter Helpers BCN ha emitido, el 7 de junio a las dos y cuarto de la tarde. El perfil se activó el 14 de mayo con un tuit en el que alertaba de un narcopiso en Ciutat Vella. Nació Digital ha contactado con los responsables de la cuenta, que defienden la necesidad de crear un grupo donde la ciudadanía pueda "colaborar" en la detección de hechos delictivos. Lo hacen sin ningún control público, difundiendo fotografías de los presuntos delincuentes y alertando en tiempo real de supuestos delitos cometidos.
En la conversación no revelan su identidad y aseguran que tres vecinos de Ciutat Vella impulsaron la iniciativa. Se reflejan en los Guardian Angels que operaban a mediados del siglo pasado en Nueva York con el funcionamiento de una patrulla ciudadana y comparan la situación de inseguridad en el distrito con la del Bronx. Según su relato, la plataforma cuenta con 46 colaboradores habituales y un centenar de personas que colaboran de manera eventual. "Somos 292 ojos puestos en la calle en Ciutat Vella", presumen.
Reflejados o no en el precedente de Nueva York, en Barcelona otra patrulla ciudadana también actúa en el metro para detectar hurtos y señalar los presuntos responsables, actuando como una patrulla policial. Lo hacen mientras lucen camisetas con las siglas ROAR, correspondientes al lema "Organización de vecinos contra el robo" en inglés.
La iniciativa puede parecer que está bien, pero creo que no corresponde a estos ciudadanos velar por la seguridad de sus conciudadanos: "Quién tiene las competencias de seguridad son los cuerpos policiales, así como la capacidad y las herramientas para intervenir sin estigmatizar", argumentan desde de la policía local. Tweets como el que que encabeza este artículo u otro publicado el 31 de mayo denunciando un intento de robo por parte de cinco chicos "de aspecto árabe" han generado críticas por la utilización de clichés xenófobos. SOS Racismo se muestra crítico con la plataforma. "Si muchas veces la seguridad pública ya es discriminatoria o actúa a partir de prejuicios, aunque nos da más miedo cuando esta seguridad no se gestiona desde la profesionalidad", explica la directora de la entidad, Alba Cuevas. "A las personas racializadas se les presupone una mochila criminal por su apariencia", añade. Cuevas insta a las administraciones a "revisar" iniciativas como la de Helpers.
En la misma línea que SOS Racismo ha expresado la CUP. "Señalar perfiles étnicos como sospechosos es racismo", aseguraba a través de Twitter la asamblea de los cupaires en Ciutat Vella, además de acusar Helpers de "fomentar la división de la clase trabajadora", mientras que la plataforma respondía acusando los partidos de vincular pobreza y delincuencia.
Hablan a menudo de la inseguridad que hay en Barcelona, sobre todo para atacar a Ada Colau, o posiblemente se preocupan de ella sólo por este motivo, y Barcelona es tan segura o insegura como cualquier otra ciudad de su nivel en Europa, máxime con el avalancha de turistas que cada día llenan sus calles y plazas, y la solución no pasa según me parece a mí por los Helpers, que por más buena voluntad e interés que pongan, no están ni preparados para esta tarea, ni es esta su función, que corresponde a la policía municipal a los Mossos de esquadra. ¿Que hay pocos? cierto, ¿que no pondrán más? posiblemente también sea cierto, pero no creo que incrementar la vigilancia policial sirva para rebajar la delincuencia, sobre todo mientras la Justicia no actúe de otra manera con los rateros de poca monta.
Hace años, en un corto de un periódico había una noticia que en principio sorprendía. "Condenado a 10 años un hombre por robar un pedazo de pizza a un niño". ¡Caramba! pensé, si que se la cogen con papel de fumar en California, que era donde pasaron los hechos, pero la condena tenía su sentido, el hombre llevaba acumuladas más de 90 detenciones en poco tiempo, todas por hurtos pequeños, y el juez debió considerar que no tenía remedio y la ùnica manera que había para evitar sus pequeñas maldades era encarcelarlo una temporada un poco larga a ver si se redimía y recapacitaba sobre su manera de actuar. Aqui, de gente pillada en pequeños hurtos hay unos cuantos en BCN, la Policía los conoce por activa y por pasiva, y cada vez que les detienen pasa aquello que tanto se ha dicho: "entran por una puerta y salen por la otra". He leído en más de una ocasión que alguno de estos rateros llevaban 80 0 90 detenciones, y no les pasa nada.
En la conversación no revelan su identidad y aseguran que tres vecinos de Ciutat Vella impulsaron la iniciativa. Se reflejan en los Guardian Angels que operaban a mediados del siglo pasado en Nueva York con el funcionamiento de una patrulla ciudadana y comparan la situación de inseguridad en el distrito con la del Bronx. Según su relato, la plataforma cuenta con 46 colaboradores habituales y un centenar de personas que colaboran de manera eventual. "Somos 292 ojos puestos en la calle en Ciutat Vella", presumen.
Reflejados o no en el precedente de Nueva York, en Barcelona otra patrulla ciudadana también actúa en el metro para detectar hurtos y señalar los presuntos responsables, actuando como una patrulla policial. Lo hacen mientras lucen camisetas con las siglas ROAR, correspondientes al lema "Organización de vecinos contra el robo" en inglés.
La iniciativa puede parecer que está bien, pero creo que no corresponde a estos ciudadanos velar por la seguridad de sus conciudadanos: "Quién tiene las competencias de seguridad son los cuerpos policiales, así como la capacidad y las herramientas para intervenir sin estigmatizar", argumentan desde de la policía local. Tweets como el que que encabeza este artículo u otro publicado el 31 de mayo denunciando un intento de robo por parte de cinco chicos "de aspecto árabe" han generado críticas por la utilización de clichés xenófobos. SOS Racismo se muestra crítico con la plataforma. "Si muchas veces la seguridad pública ya es discriminatoria o actúa a partir de prejuicios, aunque nos da más miedo cuando esta seguridad no se gestiona desde la profesionalidad", explica la directora de la entidad, Alba Cuevas. "A las personas racializadas se les presupone una mochila criminal por su apariencia", añade. Cuevas insta a las administraciones a "revisar" iniciativas como la de Helpers.
En la misma línea que SOS Racismo ha expresado la CUP. "Señalar perfiles étnicos como sospechosos es racismo", aseguraba a través de Twitter la asamblea de los cupaires en Ciutat Vella, además de acusar Helpers de "fomentar la división de la clase trabajadora", mientras que la plataforma respondía acusando los partidos de vincular pobreza y delincuencia.
Hablan a menudo de la inseguridad que hay en Barcelona, sobre todo para atacar a Ada Colau, o posiblemente se preocupan de ella sólo por este motivo, y Barcelona es tan segura o insegura como cualquier otra ciudad de su nivel en Europa, máxime con el avalancha de turistas que cada día llenan sus calles y plazas, y la solución no pasa según me parece a mí por los Helpers, que por más buena voluntad e interés que pongan, no están ni preparados para esta tarea, ni es esta su función, que corresponde a la policía municipal a los Mossos de esquadra. ¿Que hay pocos? cierto, ¿que no pondrán más? posiblemente también sea cierto, pero no creo que incrementar la vigilancia policial sirva para rebajar la delincuencia, sobre todo mientras la Justicia no actúe de otra manera con los rateros de poca monta.
Hace años, en un corto de un periódico había una noticia que en principio sorprendía. "Condenado a 10 años un hombre por robar un pedazo de pizza a un niño". ¡Caramba! pensé, si que se la cogen con papel de fumar en California, que era donde pasaron los hechos, pero la condena tenía su sentido, el hombre llevaba acumuladas más de 90 detenciones en poco tiempo, todas por hurtos pequeños, y el juez debió considerar que no tenía remedio y la ùnica manera que había para evitar sus pequeñas maldades era encarcelarlo una temporada un poco larga a ver si se redimía y recapacitaba sobre su manera de actuar. Aqui, de gente pillada en pequeños hurtos hay unos cuantos en BCN, la Policía los conoce por activa y por pasiva, y cada vez que les detienen pasa aquello que tanto se ha dicho: "entran por una puerta y salen por la otra". He leído en más de una ocasión que alguno de estos rateros llevaban 80 0 90 detenciones, y no les pasa nada.
Y es que la Justicia desconcierta a menudo a la gente con sus decisiones presuntamente no demasiado ajustadas a derecho. Hay muchos casos, este seria uno de ellos, pero que se repite con bastante frecuencia. Podría parecer que al hombre al que pedían año medio de prisión por robar media barra de pan, le podría incluso interesar la condena, tendría un lugar donde dormir y el plato en la mesa un año y medio, cosas que no tiene en su vida diaria, pero perdería lo más importante en la vida, la libertad, y no creo que le gustara mucho que le condenaran.
Quizás, mano dura con estos delincuentes sería una manera de echarlos de la ciudad, Jesús Gil y Gil lo hizo en Marbella y le salió bastante bien, lástima que el principal delincuente que precisamente era él, se quedó a la ciudad.
Quizás, mano dura con estos delincuentes sería una manera de echarlos de la ciudad, Jesús Gil y Gil lo hizo en Marbella y le salió bastante bien, lástima que el principal delincuente que precisamente era él, se quedó a la ciudad.
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