LA CIUDAD ALEGRE Y CONFINADA


Recuerdo el prólogo de "Los intereses creados" de Don Jacinto Benavente, que he citado en más de una ocasión:

"He aquí el tinglado de la antigua farsa que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los trajinantes, la que embobó en las plazas de humildes lugares a los simples villanos”, gentes de variopinta condición y donde los “pobretes” se divierten al ver sonreír a los poderosos “tranquilizada su  conciencia con pensar: ¡también los pobres ríen!...

 ... Pero me cuesta recordar los detalles de "La Ciudad Alegre y Confiada", que sólo recuerdo en lo principal que nos afecta a los ciudadanos de nuestro país y que tiene un claro paralelismo con la situación que estamos viviendo producto de los hechos que últimamente se han convertido. Creo que sólo leyendo el argumento nos entenderemos:

"Los gobernantes de una ciudad se enfrentan a una grave decisión ante los problemas que se acercan: Pactar con la República del coronavirus o declararle la guerra. Finalmente toman la decisión equivocada, mientras, los habitantes confiados, continúan con su vida confinados en casa con la certeza de la sabiduría de aquellos que los gobiernan."


La ciudad alegre y confinada: Nos hemos entendido, ¿verdad?


2 comentarios:

  1. Algo parecido. Gente confiada, falta de luces o que no quiere saber nada de lo que ocurre.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. y mientras, los ancianos de las residencias caen como moscas.

    ResponderEliminar