Es triste y desmoralizador que, en un momento como el actual, tan delicado de la historia de España, el Congreso se convierta en una pelea de gallos. Carentes de propuestas y llenos de ira, porque eso es lo que son, idiotas llenos de ira y furia intentando manipular la historia. El lamentable espectáculo del vicepresidente Pablo Iglesias tratando a Cayetana Álvarez de Toledo de marquesa en lugar de hacerlo como señoría, que fue replicado por la portavoz del PP acusándole de ser hijo de un terrorista, tuvo un segundo capítulo en la comisión de Reconstrucción. Allí, de nuevo Iglesias salió a escena para proclamar que los líderes de Vox quieren dar un golpe de Estado pero no se atreven y Iván Espinosa de los Monteros abandonó la sala diciendo que todo era un espectáculo lamentable, propio de un marxista comunista.
Afortunadamente, Patxi López, recién nombrado presidente de la comisión de Reconstrucción, tuvo un ataque de lucidez y detuvo el debate con estas palabras:
"No creo que debamos venir a Decir todo lo que nos da la gana de cualquier cosa, solo de lo que venimos a acero en esta Comisión. No estamos entendiendo nada de lo que demanda la ciudadanía de nosotros. Debemos de venir aquí con voluntad política para proponente, para acordar y para entender que la gente no espera de nosotros que estemos todo el día en la crítica, en el insulto en la descalificacion, en el 'y tú más'. ¡Ya está bien! " "Entendamos para qué nos eligen y entendamos que si en algún momento Podemos demostrar para qué sirve la política es este. Si no ... no Servimos para nada. ¡Para nada! Deberiamos ser capaces de autocensurarnos un poquito para estar a la altura de las circunstancias. Y yo me disculpo el primero Porque no lo he hecho bien ".
Quizás porque es perro viejo de la política, pero Patxi López fué sincero, y me ha reconciliado con su clase, que de hecho, ni tiene clase ni hace política, y que cada vez va a peor en su comportamiento rastrero y miserable. Y lo peor de todo es que estos insultos no son ninguna propuesta para salir de la crisis, ni para encontrar soluciones; No! Es pura mezquindad, y el problema es que cada vez los diputados se insultan más, si bien cuando lo hacen demuestran una progresiva falta de ingenio. Pero no cobran de nuestros impuestos para desacreditar al rival, sino para ofrecer soluciones a los problemas de los ciudadanos, aspecto que parece han olvidado hace tiempo. si es que alguna vez lo han contemplado.
No puedo olvidar al desaparecido diputado José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista, que, tras oír las calumnias y mentiras sobre su persona desde las filas del PP, les dijo "A la mierda!" y se bajó del estrado. No resultó una invitación al decoro, pero al menos fue la respuesta sincera para la pésima educación parlamentaria. A Labordeta, sólo le supera Estanislao Figueras con su: señorías, voy a serles franco, ya estoy Hasta los cojones de todos nosotros, y quisiera recordar que después de decir estas palabras emigró a Francia sin ni siquiera presentar su dimisión; Era el año 1873, o sea que nos guste o no, estamos donde estábamos, habría que tenerlo en cuenta cuando volvamos a votar. La culpa no es de Dios, sino del patrón.
Afortunadamente, Patxi López, recién nombrado presidente de la comisión de Reconstrucción, tuvo un ataque de lucidez y detuvo el debate con estas palabras:
"No creo que debamos venir a Decir todo lo que nos da la gana de cualquier cosa, solo de lo que venimos a acero en esta Comisión. No estamos entendiendo nada de lo que demanda la ciudadanía de nosotros. Debemos de venir aquí con voluntad política para proponente, para acordar y para entender que la gente no espera de nosotros que estemos todo el día en la crítica, en el insulto en la descalificacion, en el 'y tú más'. ¡Ya está bien! " "Entendamos para qué nos eligen y entendamos que si en algún momento Podemos demostrar para qué sirve la política es este. Si no ... no Servimos para nada. ¡Para nada! Deberiamos ser capaces de autocensurarnos un poquito para estar a la altura de las circunstancias. Y yo me disculpo el primero Porque no lo he hecho bien ".
Quizás porque es perro viejo de la política, pero Patxi López fué sincero, y me ha reconciliado con su clase, que de hecho, ni tiene clase ni hace política, y que cada vez va a peor en su comportamiento rastrero y miserable. Y lo peor de todo es que estos insultos no son ninguna propuesta para salir de la crisis, ni para encontrar soluciones; No! Es pura mezquindad, y el problema es que cada vez los diputados se insultan más, si bien cuando lo hacen demuestran una progresiva falta de ingenio. Pero no cobran de nuestros impuestos para desacreditar al rival, sino para ofrecer soluciones a los problemas de los ciudadanos, aspecto que parece han olvidado hace tiempo. si es que alguna vez lo han contemplado.
No puedo olvidar al desaparecido diputado José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista, que, tras oír las calumnias y mentiras sobre su persona desde las filas del PP, les dijo "A la mierda!" y se bajó del estrado. No resultó una invitación al decoro, pero al menos fue la respuesta sincera para la pésima educación parlamentaria. A Labordeta, sólo le supera Estanislao Figueras con su: señorías, voy a serles franco, ya estoy Hasta los cojones de todos nosotros, y quisiera recordar que después de decir estas palabras emigró a Francia sin ni siquiera presentar su dimisión; Era el año 1873, o sea que nos guste o no, estamos donde estábamos, habría que tenerlo en cuenta cuando volvamos a votar. La culpa no es de Dios, sino del patrón.
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