"Bienvenidos a Qualityland. Bueno, el país se llamaba antes de otra manera pero por razones de imagen, tras una crisis económica brutal, cambió de nombre, aconsejado por expertos en marketing. Ahora todo lo deciden los algoritmos , no solo la mejor ruta para llegar a casa sino la pareja que nos conviene, las compras que realizamos (se anticipan a nuestros deseos), el mejor candidato político... La gente es mucho más feliz así.
Todos los ciudadanos son puntuados en ratings –según sus estudios, sus decisiones, su carácter, su salud...– y, a partir de esa clasificación, pueden optar a unas cosas o a otras. Los androides, además, realizan un montón de labores que a principios del siglo XXI parecían impensables."
QualityLand (Tusquets/Periscopi), primera novela del comediante alemán Marc-Uwe Kling (Sttutgart, 1982), es de esos títulos llamados a marcar a una generación de lectores. Entre los países que la han acogido con alborozo, se cuentan EE.UU. y China y además HBO prepara una serie. Kling, desde su confinamiento en su casa de Berlín, concede a La Vanguardia la primera entrevista a un medio en español.
-El confinamiento ha acelerado la digitalización de la sociedad. ¿Estamos más cerca del mundo que describe en su novela?
¡Totalmente! Se ha digitalizado toda nuestra vida: quedamos para vernos con los amigos en el ordenador, hacemos deporte con el entrenador por la pantalla... De repente, se han acelerado enormemente tendencias que ya estaban ahí.
-¿Cuál fue su primera idea?
Un país que estuviera tan orientado hacia los negocios que llegaba incluso a cambiar su nombre para convertirse en una mejor marca. Desde ahí, la cosa se me fue expandiendo, yo no quería hacer ciencia-ficción pero cada idea que desarrollaba tan solo cobraba sentido si la proyectaba en el futuro y la llevaba a su máxima expresión: ¿y si dejáramos que los algoritmos lo decidieran todo? En lo esencial, es un libro sobre el presente.
-Vamos por partes. ¿Cómo se liga en Qualityland?
No hay nada más fácil. No tienes que escoger, el algoritmo te dice que hay una persona para ti, te la enseña y solo existe la casilla para que digas ‘ok’. Os organiza una cita y adelante.
-Hay dos grandes partidos políticos, muy parecidos. ¿Se inspiró en algún país en concreto?
No, sirve para cualquier democracia occidental... Las formaciones políticas son la Alianza por la Calidad y el Partido del Progreso. El país enemigo es QuantityLand, que supone una amenaza a la seguridad pero al cual sin embargo se le venden armas porque es bueno para la industria local.
-TheShop es como un Amazon del futuro...
Hay muchas empresas que recuerdan a otras que existen. Los drones de TheShop nos entregan en casa productos que no hemos solicitado pero que responden a cosas que deseamos. El personaje de Peter ha tenido un mal día, por ejemplo, y, en la puerta de su domicilio, se encuentra un robot con seis latas de cerveza.
Todo es más real de lo que parece. Creo que esa es una de las claves del éxito del libro”
-El sistema de rating y la clasificación de la gente en niveles de puntuación parece una metáfora de lo que sucede en la sociedad actual, sin ser tan explícito.
En QualityLand se asciende socialmente del mismo modo en que se pasa el nivel de un videojuego. El sistema de puntuación de los seres humanos era una metáfora pero luego me di cuenta, cuando salió mi primera edición en chino, que se parece mucho al mecanismo real que ya tienen allí. Así que todo es más real de lo que parece. Creo que esa es una de las claves del éxito del libro.
-Los dos protagonistas del libro son Peter Sinempleo –los apellidos indican el oficio del padre o de la madre– y John of Us, un androide...
Son muy distintos entre ellos. Peter es humano, John es un robot que aspira a gobernar el país, mientras que Peter ha descendido de puntuación y está ya por debajo de 10, lo que le clasifica en el grupo de los llamados ‘inútiles’. Al final, veremos que tienen más en común de lo que creíamos. John tiene que ganarse a la población e intenta ser más humano para conseguir votos. Y a la vez los humanos van pareciéndose cada vez más a las máquinas. Peter rompe esa tendencia, osa devolver un producto de TheShop y, por otro lado, rescatará a aquellos robots que son enviados a la destrucción, acaso los más humanos de entre todos los androides, los que tienen errores.
-¿Cuáles son sus fuentes literarias? Suena como un cruce entre Orwell, Monty Python y clásicos de la ciencia-ficción como Ray Bradbury...
Me encantan esos referentes, vengo de ahí. Añada a Kurt Vonnegut como influencia, mi escritor favorito.
-Aparecen referencias a personajes reales, desde el filósofo Theodor Adorno a la actriz Jennifer Aniston.
Estudié filosofía y arte dramático. Y soy monologuista, no sé por qué ellos y no otros, son gente en la que me he fijado, para bien o para mal.
-Dice un personaje: “Siempre temimos que llegaría un día en que las máquinas gobernarían el mundo, pero jamás imaginamos que ocuparían el poder mediante unas elecciones libres”.
‘Matrix’ y muchas otras obras nos hablan de inteligencias artificiales perversas, que quieren dominar el mundo para esclavizarnos o matarnos. Eso es lo que se imaginaba ese personaje. Pero resulta que el dominio no es por la fuerza, sino por las recomendaciones que nos hacen, orientadas “en nuestro beneficio”.
-¿Qué investigación realizó para este libro?
-Leí muchos libros sobre algoritmos, la sociedad digital... Es a lo que dediqué más tiempo, mucho más que a la escritura.
En el futuro los robots podrán escribir novelas, ya hay algunas pruebas”
-Calíope es escritora...
Es una androide, está programada para producir bestsellers, pero ella se rebela, quiere hacer algo más que satisfacer al mercado. Ha salido defectuosa, porque ha desarrollado una especie de integridad artística, lo que la condena a ser reducida a chatarra. Es una paradoja: una máquina creativa. En el futuro los robots podrán escribir novelas, ya hay algunas pruebas, bastante psicodélicas o surrealistas, por cierto. Pero van a mejorar, no lo dude.
-Me siento extraño diciendo esto pero, en su país, yo votaría por el candidato robot.
El lector se plantea un dilema inquietante. Cuando los robots son malos, un terminator, una máquina de matar, no hay duda, es despreciable. Pero ¿y si se trata de una buena máquina que quiere mejorar el mundo? ¿Lo votaríamos de presidente? Cada uno tiene su respuesta.
-Su trabajo como actor ¿le influye en los libros?
No soy intérprete de Shakespeare. Me subo a unas tablas en un café-cabaret, también leo mis historias y he ganado concursos de slam. Por supuesto que me afecta. Me da un sentido del timing perfecto, veo cuándo la gente se ríe y cuándo no, las reacciones a cada parte de la frase.
-En Qualityland, el espectáculo más visto es ‘Hitler, el musical’. ¿Eso existe?
Glubs. Espero que no.
-Su libro tiene interrupciones publicitarias.
Fue muy divertido inventarlas, he escrito dos versiones diferentes en Alemania, la oscura y la luminosa. La trama de la novela es la misma pero cambian los anuncios y las noticias que la interrumpen, más integrados o más apocalípticos. Cada uno escoge la que prefiere leer.
-Hay un momento en que se enumeran cosas a prohibir: las rúas de carnaval, los comentarios de internet, las estufas en las terrazas, las religiones... ¿Algo más para prohibir?
-Sí, los fuegos artificiales... Ahí he puesto las cosas que más odio. Si tienes frío, no te vas a una terraza ¿no le parece absurdo?
-John of Us propone la renta básica, ahora oímos más voces que nunca a favor.
-Es una buen idea, si no ahora, para el futuro. Si queremos que todas las personas estén cuidadas y tengan una vida digna, no podemos dejar a la gente tirada, sin más. Pienso en ello cada vez que veo a alguien que es despedido. El trabajo escasea y se hace más necesario inventar algo. Pero no he escrito un ensayo serio sobre el tema. Sí creo que la renta básica sería recomendable en ciertos países. La crisis de empleo que trae el coronavirus hace que nos cuestionemos el significado del trabajo: ¿para qué lo hacemos? ¿sirve para que la empres tenga beneficios o para que la gente tenga comida? El paraíso se definía como un lugar en que las máquinas harían todo el trabajo. Pero ¿nos quedamos entonces sin ingresos? ¿Las máquinas trabajan y la gente se muere de hambre? ¡Pues vaya paraíso!
-La serie en HBO ¿cómo va?
Muy bien. La crisis lo ha parado todo, ahora no pueden rodarla. Estaba previsto iniciar el rodaje este año, pero supongo que lo pasarán al que viene.
-¿En qué trabaja ahora?
Estoy escribiendo la secuela, Qualityland 2.0 . La estoy acabando ya.
-¿Tiene los derechos de las marcas que aparecen en la novela?
No, ¡vaya, debería haberlo hecho! Tiene razón.
Así funciona el mundo del futuro: TheShop, RateMe...
TheShop
La gran tienda virtual. A través de su sistema OneKiss, uno recibe en casa todos los productos que quiere tener, consciente o inconscientemente, sin tenerlos que encargar. Su eslogan: “Sabemos lo que quieres”. Los mensajeros son drones a los que hay que puntuar de 0 a 10 estrellas cada vez.
Coches
Se conducen solos, con androides. Te llevan al lugar en que el sistema deduce que quieres estar, por la ruta que consideran más apropiada. Según el rating de cada usuario, se atraviesan más o menos barrios conflictivos en el recorrido.
RateMe
Sistema de puntuación de las personas, por el que los mejor valorados gozan de una serie de privilegios: poner verde un semáforo con un chasquido de dedos, ser servidos antes en un restaurante, acceso a determinados locales... Hay 42 subcategorías que dan puntos, desde la ‘capacidad de entusiasmarse’ al ‘sex-appeal’ o el ‘tiempo vivido en el extranjero’ pasando por edad, salud e ingresos económicos.
QualityPartner
La app que te busca pareja, según afinidades. Organiza citas, compra regalos e incluso monta coartadas en el caso de aquellos que ya tienen otra pareja pero con resultados no satisfactorios. El servicio premium PartnerCare permite devoluciones de pareja ilimitadas a cambio de una cuota mensual adicional.
GreSaSus
Bolas prensadas industrialmente compuestas de grasa, sal y azúcar a partes iguales. Pueden provocar una muerte lenta y dolorosa, pero su sabor es exquisito. Existe también Bio-GreSaSus para los que prefieran una alimentación sana y sostenible.
TouchKiss
Método de pago que consiste en besar el QualityPad. Los expertos han descubierto que los labios son más seguros contra falsificaciones que las huellas digitales. Un segundo beso deja propina.
Lectura
Las tramas de las novelas se van actualizando. Las versiones más avanzadas resuelven incluso incoherencias de los textos anteriores. Y existen argumentos a la carta.
XAVI AYÉN - lavanguardia.com
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