COSAS DE LA VIDA


En una escena de 'el Guateque', Peter Sellers se carga un cuadro que le cae en la cisterna del inodoro, y al intentar arreglarlo aún lo empeora. Al final del escrito encontrareis el video con la escena del cuadro dañado.
Pero como la realidad supera siempre a la ficción, un caso similar se ha dado en Valencia, donde un coleccionista encargó la limpieza de una copia de un retrato de la Inmaculada de Murillo. Pero en lugar de dirigirse a un restaurador profesional, encomendó el trabajo a un restaurador de muebles por el módico importe de 1.200 euros. El primer resultado fue bastante decepcionante, se ve que el restaurador de muebles, la quiso limpiar imagino que con KH7 y se le empezó a borrar la imagen como le pasa a Peter Sellers en la película; resultado, la imagen ya no guardaba ningún parecido con el original. Sin embargo, el dueño de la obra dio una nueva oportunidad al autor fallido de la restauración, que con una nueva actuación logró que la pieza se pareciera aún menos a la Inmaculada y, sorprendentemente, se pareciera mucho más al Ecce Homo de Giménez. Finalmente el coleccionista ha decidido encargar la restauración a un restaurador de cuadros que es por donde debía haber empezado.


La Inmaculada de Murillo antes y después de su -restauración-. Hombre, un poco sí que se nota que es ella, pero sólo un poco, Hay que reconocer que el segundo intento del restaurador de muebles fue más exitoso, la inmaculada se parece más bien a la señora Martinez Bordiu que al Ecce homo.
Pero esto no es nada, hay casos más graves y hilarantes aunque supongo que al protagonista de este que os voy a contar no creo le hiciera demasiado gracia.
Un paciente de quien se sospechaba que tenía la Covid-19 murió en la India después de que su familia desconectara su respirador artificial para conectar en su lugar un aparato de aire acondicionado, informa la prensa local.
El hombre, de 40 años, murió el 15 de junio en un hospital del estado de Rajasthan, donde fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos debido a sus problemas respiratorios. Más tarde, sus pruebas por coronavirus dieron negativo y por precaución fue trasladado a una sala de aislamiento, debido a que había estado en contacto con pacientes portadores de la Covid-19.
El hospital había apagado el sistema de ventilación para evitar la propagación del coronavirus y, como en la sala de aislamiento hacía mucho calor, los familiares del hombre decidieron llevar su propio aparato acondicionador de aire sin notificarlo al personal sanitario. Al no encontrar una toma de corriente disponible, los visitantes desconectaron el respirador artificial al que estaba conectado su pariente para conectar su aparato,y el hombre poco después empeoró y murió a pesar de los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida.
Tras la muerte del paciente, sus familiares se "comportaron mal" con el personal sanitario, según el centro hospitalario, que ha abierto una investigación para esclarecer el caso. De momento no se ha presentado ninguna denuncia ante la Policía. Hay que decir, eso si, que el hombre murió ahogado pero fresquito.

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