💬Los bomberos y las personas que estaban en la planta baja de la segunda Torre gemela antes de caer, a pesar de estar en el centro de la noticia, en el centro mismo, no eran conocedores de lo que les esperaba ni siquiera unos instantes antes de que la torre se derrumbara y les cayera encima. En cambio cualquier persona del mundo que lo viera en directo por la televisión si que era consciente de la magnitud de la tragedia que les sobrevendría.
Esta reflexión tiene que ver con la gente que a diario, en radios, televisiones o prensa, opina en general, no sólo de política, sino de todo en general y con total impunidad, como los bomberos de las Torres Gemelas da la sensación de que a pesar de estar en el meollo de la noticia, de tener a su alcance toda la información, están invadidos por un cierto desconocimiento de la realidad, como si la excesiva dedicación a opinar verbal o gráficamente, o la propia saturación de información que reciben constantemente, les impidiera digerir y racionalizar esta, y se encuentran en la tesitura que a menudo, sobre todo si hablan de un tema que uno más o menos conoce o sabe algo, den una sensación de desconocimiento o incluso de frivolidad.
La mayoría de los opinadores profesionales, los que viven en la radio o en las teles, escriben artículos de opinión en algún diario y después critican a quienes tienen más de un cargo, a pesar de estar en el ojo del huracán, a menudo no se enteran de los hechos, o quizás es que opinan en función de la ideología política del medio que les paga.
Tenía razón Orwell cuando decía que la verdad nos sería escondida como el trabajo que Winston, el protagonista de 1984 desarrollaba en la novela (el Ministerio de la verdad), pero Huxley que ya daba por hecho esto, entendía que la verdad realmente se ahogaría en una avalancha de información imposible de digerir para los ciudadanos, que es lo que ya nos está pasando. La sobresaturación de información ahoga y diluye acceder a saber la posible verdad de cualquier hecho. Además, esta saturación de información hace que una noticia sea sobrepasada enseguida por la siguiente y esta por otra más reciente hasta el punto que rozando el caos de saturación nos perdemos por mil senderos donde, teniendo toda la información la desconocemos prácticamente toda también, o dicho de otro modo. somos incapaces de analizarla y digerirla.
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