💬El doctor Antoni Trilla estuvo el sábado en el programa Via lliure de RAC1. El doctor Trilla hizo una confesión. Llegada la hora de desescalar, él habría sido partidario de empezar por eliminar la obligación de llevar mascarillas por la calle. Según explica, al aire libre, sin aglomeraciones, ir sin mascarilla es “totalmente seguro”.
De repente, a muchos ciudadanos esta afirmación les ha confirmado la convicción compartida de que al aire libre la mascarilla nunca ha sido necesaria, ni en los peores momentos de la pandemia. Era una medida preventiva para que el personal no se desmadrara, porque nuestras autoridades sanitarias consideran que si no nos hubieran conminado de forma drástica, no habríamos entendido la gravedad de la situación y habríamos ido siempre sin mascarilla: en el supermercado, en casa de los abuelos o en las reuniones familiares o con amigos. Se ve a venir que en cuando no sea obligatorio llevar la mascarilla o 'antivirus', se va a desmadrar el asunto, y no la llevaremos en ningún sitio, de hecho hasta este momento la mascarilla la hemos llevado al revés, cuando no hacia falta, por la calle o paseando por ahí, la llevábamos puesta, y en casa, con los familiares o amigos, en bares o en restaurantes nos la quitábamos. Ole y olé. Y para acabar nos queda la versión pudorosa, va alguien por la calle andando por la acera con la mascarilla bajada, y en cruzarse con otro alguien, pudorosamente se la sube en el instante de cruzarse para bajarla de nuevo después. Otra inutilidad. En fin, que a ver si nos dejan quitar ya la mascarilla, que con esta calor la verdad es que es muy molesto llevarla, aunque tiene también sus ventajas, yendo con la bici por el rio, si llevas puesta la mascarilla te ahorras de tragarte cientos de mosquitos y bichitos similares que flotan en el aire. No hay mal que por bien no venga.
