RESIGNADOS



El esclavo raramente se rebela. Un hombre hundido en la miseria, en una miseria absoluta, tiende al suicidio, o a la resignación. La revuelta, incluso la revuelta social, sólo se produce cuando los oprimidos empiezan a dejar de serlo. Es decir: cuando el opresor ya ha cedido un poco, por descuido o por bondad. Estas palabras de Joan Fuster, hace días rondan por mi cabeza. ¿En qué estado estamos? ¿Resignados o a punto del suicidio?, O quizás la resignación es un lento y doloroso suicidio, porque no veo por ninguna parte que se vislumbre una revuelta. Si estamos, como parece, resignados, no nos quejemos, tenemos lo que nos merecemos, por lo que se ve.
Decía Gregorio Luri que cuando más gente conoce, mejor le caen los políticos, y esta frase que en principio me pareció una provocación, es una gran verdad, pues los políticos son, algunos más que otros la suma de nuestros defectos y pequeñas miserias, y como a nadie le gusta reconocer estos defectos como suyos, se los endilga a los políticos, que tampoco se merecen se les dé tanta importancia, como por ejemplo la culpabilidad de la crisis actual, pues la sensación, es que están más desconcertados que nosotros y como en el juego de romper la olla van dando golpes al aire con el palo sin acertar la olla.
Los generales romanos, cuando volvían de alguna guerra lejana que habían ganado para el Imperio, eran recibidos en Roma con todos los honores y un gran desfile con cuadrigas. A su lado ponían a un Ilota que les iba repitiendo de vez en cuando mientras eran aclamados por las masas: "recuerda que sólo eres un hombre", y esto quizás si que se le debería recordar de vez en cuando a más de un alto responsable político y a más de un opinador también.



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