Me aparté de la filosofía en el momento en que se hizo imposible descubrir en Kant ninguna debilidad humana, ningún acento de verdadera tristeza, ni en Kant ni en ninguno de los otros filósofos. Ante la música, la mística y la poesía, la actividad filosófica proviene de una savia disminuida y de una profundidad sospechosa, que no guardan prestigios más que para los tímidos y los tibios. Por otra parte, la filosofía-inquietud impersonal, refugio junto a ideas anémicas, es el recurso de los que esquivan la exuberancia corruptora de la vida. Poco más o menos todos los filósofos han acabado bien: es el argumento supremo contra la filosofía. El fin del mismo Sócrates no tiene nada de trágico: es un malentendido, el fin de un pedagogo, y si Nietzsche se hundió fue como poeta y visionario; expiando sus éxtasis y no sus razonamientos...

...Reflexionaba Cioran sobre su distanciamiento de la filosofía, pero no contaba con los nuevos filósofos que aparecerían en el panorama filosófico, como Zizek, Habermas, Byung-Chul Han y tantos otros que ha surgido posteriormente a Cioran, con una nueva visión de la filosofía. Incluso a nivel cotidiano tenemos esta manifestación. Artieda es un pueblo de norte de Zaragoza, situado lejos de la capital provincial, a 40 kilómetros de Jaca y 60 de Pamplona. Tiene un centenar de habitantes y, desde hace semanas, un filósofo municipal. Explican en el Heraldo de Aragón que en el Ayuntamiento local llevaban tiempo planteándose la progresiva importancia que merecen las ciencias humanas en el medio rural, así como la necesidad de trabajar todo el ámbito del pensamiento crítico en la cotidianidad de los pueblos aragoneses. Por ello, el grupo motor de Empuje Artieda decidió el pasado mes de mayo solicitar un estudiante de filosofía en la Universidad de Zaragoza. Una vez atendida la petición, llegó a el pueblo Miguel Mariñoso, que, desde la Antropología y el método etnográfico, ya ha comenzado sus prácticas haciendo tareas de filósofo municipal. Principalmente, estudia la memoria histórica del lugar junto a su población más envejecida. En concreto, realiza entrevistas a los más grandes del sitio sobre cómo era la vida de pueblo en la primera mitad de siglo XX.

Miguel Mariñoso, tiene veinte años y estudia en la universidad. También él está encantado: "La gente se acerca a hacerme preguntas sobre filosofía, la más habitual es: '¿para qué sirve la filosofía?'. El propio hecho de su duda ya era un acercamiento filosófico, y así se lo hacía ver". Los últimos años, el incremento de personas que se te presentan como filósofos ha sido espectacular. Das una patada en el suelo y te salen veinte. Unos se dedican a enseñar esta hermosa ciencia, otros entran en política, otros dirigen editoriales y otros hacen de tertulianos. Pero a pesar de estas diversas posibilidades laborales, aún faltan más puestos de trabajo para las carretadas de filósofos que hay. Recuerda Quim Monzó que una vez más, José Luis Cuerda fue un precursor. En 'Amanece que no es poco' -ambientada en un pueblo que siente una verdadera devoción por Faulkner-, no sólo hay vecinos que al atardecer van a visitar a otros para debatir sobre la obra de Dostoievski sino que incluso saben que ellos son contingentes pero que el alcalde es necesario. La filosofía ha muerto, viva la filosofía.