UN ATRACO EN DIFERIDO

 


Es de noche y sin embargo llueve en Madrid, hace frío, 6 grados. Una furgoneta FIAT Ducato con la marca visible de la empresa MRW cruza la ciudad de la Libertad. Ha salido de la Audiencia Nacional plagado de ordenadores con sus documentos, pen drives, móviles y tabletas de los hermanos Pujol Ferrusola, que a base de reclamar, han conseguido que les sean devueltos. El furgón se dirige a un almacén de Madrid para ser enviado en breve a las oficinas de los gabinetes jurídicos de los Pujol. A las 19.45 h, todo según el relato de la agencia Efe y con detalles del periodista Carlos Quílez, cuatro encapuchados con pasamontañas y cada uno con su pistola asaltan, en la avenida Entrevías de Madrid, el furgón de la compañía de transporte de mercancías. Un todoterreno negro con los cristales tintados se cruza, locamente, en medio de la avenida cerrando el paso del furgón de MRW. Obligan al conductor a tumbarse boca abajo y uno de los asaltantes se fuga con el furgón, que aparece horas más tarde calcinado en un descampado en las afueras de Madrid. Curiosamente, en el furgón también se transportaba una caja con relojes de gama alta.

Hace ya un año de este increíble show por las calles de Madrid. Más allá de las presuntas (y alguna más que evidente) actividades delictivas de la familia Pujol, el asalto al furgón se une a extraños relatos que van generando un cocido maragato de múltiples condimentos y complicada digestión. A saber: montajes ficticios, falsas declaraciones del excomisario Villarejo (junto a los Pujol, protagonista del guion de toda la historia), seguimientos y escuchas telefónicas sin orden judicial, posibles pruebas falsas sin saber el origen...

Amontonar titulares no ayuda a la investigación, señalar es de mala educación y hacerlo sin juicio, de dudoso talante democrático por muchas evidencias que parezcan existir. Pero lo más sorprendente es que, después de tantas incontables informaciones sobre “la fortuna de los Pujol”, de un robo en un furgón con toda esta información sensible en su interior y con una escena digna de una serie de Netflix nos hayamos enterado un año después, o sea una atracon con delay, en diferido vaya. Como diria el difunto padre de Julio iglesias: Raro, raro, raro... Però, siempre hay un pero, este humilde blogger ha conseguido la fotografia de los atracadores en los momentos posteriores al atraco cuando celebraban el golpe. Bueno, la foto es de atraco a las 3 de José Maria Forqué de 1962, pero no creo que los atracadores del furgón de MRW difieran mucho de estos actores Cassen incluido.



2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Los Pujol apuntan a la Policía patriótica, que es otro tipo de mafia. Como diria Papuchi, es un asunto raro, raro, raro...

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