La violencia no sólo está permitida sino también legitimada moralmente en tanto es usada por el poder reconocido. El poder se basa permanentemente en la posibilidad del ejercicio de la violencia. Para cada alemán fue sobreentendido marchar a la guerra para coparticipar de la violencia, para ser co-violento. Quien participó de esa violencia no hizo otra cosa que ‘cumplir con su deber’. Con la orden del poder no sólo está permitido ser violento sino mucho más: hay que ser violento. A nosotros los que actualmente sólo nos proponemos como meta impedir toda violencia se nos reprocha que perseguimos el caos con nuestra desobediencia civil, sí, a nosotros que queremos llegar al estado ideales de la no-violencia, a lo que Kant llamaba ‘la paz eterna’. Una cosa debemos tener en claro: nuestra meta jamás tiene que ser la violencia. Pero que la violencia -cuando sólo con su ayuda se puede imponer la no-violencia- llegue a ser nuestro método, eso nadie nos lo puede negar. GÜNTHER ANDERS
Los grandes procesos en los sistemas comunistas
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*Clave de lectura:* ¿Qué semillas en los fundamentos del comunismo
conducen a la destrucción personal de sus defensores?
*Valoración:* Muy interesante ✮✮✮✮...
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