Hagan el siguiente ejercicio, lean esto en voz alta: “63 dirigentes del PSOE han sido espiados de manera ilegal mediante el sistema Pegasus, adquirido por el CNI”. Ahora lean también esto: “63 dirigentes del PP han sido espiados de manera ilegal mediante el sistema Pegasus, adquirido por el CNI”. El escándalo sería mayúsculo y todos los medios de la capital española hablarían de ello a todas horas. La realidad es que los espiados son 63 personas relacionadas con el independentismo catalán, entre las que está el president Pere Aragonès, y dos de sus antecesores, Artur Mas y Quim Torra, además de eurodiputados, dirigentes sociales, abogados y periodistas. Ahora hagan otro ejercicio, acudan a los medios de Madrid y verán la poca importancia que han dado al caso del espionaje, de hecho, han dado más al affaire Rubiales/Piqué, que aquí ha sido tratado en segundo término .
No debería sorprendernos, en el subconsciente de los españoles, medios incluidos, espiar a los independentistas no se considera ningún delito. Ojo, por qué hace años estos españoles y medios, tampoco consideraban mal las actuaciones de los GAL, ni consideran todavía a día de hoy que haya ningún delito en el alejamiento ilegal de los prisioneros etarras lejos de su casa, y quizá tengan razón, o al menos su razón, si su lema es, contra el enemigo todo vale. ¿Para que son los servicios secretos sino?. Claro que no sabemos si en España existen unos servicios secretos más allá del CNI, o sea unos servicios secretos paralelos aún más oscuros y más secretos que a banda del Gobierno se dedicarían a espiar a más gente aparte de los independentistas.
En otra orden de cosas, parece que Omnium hacía meses que ya sabía del espionaje masivo y había preparado ya su video y la campaña, aunque ahora se rasguen las vestiduras y se hagan los sorprendidos.
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