Como se puede apreciar, entre una frase y otra hay un abismo. Si vamos a la frase original, es probable que casi todos prefiramos a nuestra madre. Pero el periódico Le Monde olvidó el matiz y extrajo el titular adulterado que se hizo famoso. A raíz de la frase adulterada, Camus fue acusado de imperialista y considerado un “traidor a la patria”. Todo por denunciar el terrorismo y tener la lucidez de darse cuenta antes que otros de que el FLN iba a convertirse en un aparato de Estado siniestro. Si se conoce la frase exacta es por el esfuerzo de algunos presentes en el encuentro, en particular el traductor de Camus, que estaba ahí. De otro modo, no habríamos podido saber lo que dijo exactamente. Y ahí viene lo inquietante. Lo inquietante ocurre ahora, en nuestro presente. Sesenta años después, cuando todo queda grabado y a disposición de cualquiera en la red de redes, seguimos siendo incapaces de sacar a flote las declaraciones originales y seguimos sin poder impedir que las copias falsas proliferen sin freno - Imma Monsó
Dirección única. Abluciones
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"Y para ver hay que elevar el cuerpo,
la vida entera entrando en la mirada"
Claudio Rodríguez, poema *Hacia la luz*.
El hombre abre l...
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