LOS VERANOS DE ANTES

 



En los veranos de antes pasaban pocas cosas, estaba la serpiente clásica de verano, la canción del verano y el tour de Francia en julio para acompañar la siesta. Pero esto era antes, ahora siempre ocurren cosas, cada día pasan cosas y no hay tregua ni tiempo para respirar. De vez en cuando, tenemos alguna noticia curiosa que suele destacar del alud de constantes desastres y que casi siempre recoge como en este caso Quim Monzó. Habrá quienes digan que se ha adocenado, acomodado demasiado, pero Monzó sabe encontrar aquella noticia curiosa que se propaga muy poco y vestirla hábilmente con moraleja incluida. Como esta de hoy en la vanguardia: Mientras no llega Navidad:

"Como estamos en julio y el alcalde Abel Caballero no ha anunciado todavía cómo serán las fastuosas luces que la próxima Navidad iluminarán la ciudad, el Ayuntamiento de Vigo ha hecho pública una normativa que prohíbe orinar en las playas, sea en la arena o dentro del mar, a quien pillen haciendo pipí, 750 euros de multa, el caso es acaparar la atención del mundo.

¿Cómo lo harán para detectar si alguien mea dentro del agua? ¿Antes de entrar en el mar colocarán a los bañadores sensores con una alarma? Además del cuerpo de socorristas, ¿habrá otro que se dedicará a nadar entre las piernas de la gente para detectar chorrillos sospechosos? La nadadora Carly Geehr, del equipo olímpico estadounidense, confesaba hace años que todos los nadadores de competición orinan en las piscinas: “De forma habitual. Algunos lo niegan, otros lo proclaman con orgullo, pero todo el mundo lo hace”.

Y si esto ocurre en las piscinas, ¡imagínense en el mar! En la actualidad, con tanta conciencia medioambiental y con los niños preocupados por si pecan contra la sostenibilidad, incluso la Encyclopaedia Britannica (de la mano con la Sociedad Química Americana) tuvo que emitir hace unos años un comunicado explicándoles que no deben sentirse culpables. Les aclara que todos los animales del mar pescan al mar y que, por ejemplo, el rorcual suelta cerca de mil litros de orina cada día. Más del 95% de la orina humana es agua y, aparte de agua, el principal producto que soltamos es urea, que contiene mucho nitrógeno. Y ahí viene la maravilla: cuando el nitrógeno se combina con el agua, produce amonio, que es muy beneficioso para la flora marina. En resumen: mear en el mar no sólo no es malo sino que es bueno, como pueden confirmar Mercedes Milá y Pablo Carbonell, autor de Mi aguíta amarilla, ese gran himno de lo que en el gremio del porno llaman water sports."


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