Enseñar a las niñas a partir de los once años a poner preservativos con la boca y a lamer un plátano untado de miel y nata como si fuera un pene. Convertir preadolescentes en artistas del sexo oral, ha sido la ocurrencia del Ayuntamiento de Vilassar sur mer, organizando gincamas para que los niños lleguen a casa con un diploma que acredite su saber en el arte de chupar. Virgen santa, qué gran idea veraniega,
Que el Ayuntamiento de Vilassar sur Mer se defienda atribuyendo el escándalo a un problema de comunicación poco dice a favor del Consistorio. Sólo les falta argumentar que el problema real son los padres, esas reaccionarias figuras que, lejos de educar a sus hijos en libertad, les castran impidiendo que con la primera granizada descubran los secretos de la felación perfecta. Suerte de las corporaciones municipales, siempre dispuestas a dar lo mejor de sí mismas en favor de un progresismo que la gente no ha entendido.
Antes, los padres avisaban a los niños de los riesgos de hablar con desconocidos e insistían una y otra vez sobre la prohibición expresa de aceptar caramelos si alguien se los ofrecía, sobre todo si era un señor que salía de un coche negro. (de hecho, antes los coches eran todos negros) .Estas advertencias tenían un sentido, pues se habían dado casos de niños desaparecidos en estas circunstancias.
Por si fuera poco, la guinda al pastel: el Ayuntamiento de Vilassar sur mer es de Esquerra (dejemos lo de republicana por el momento), y claro, a los haters dejuntsxcat, les ha faltado tiempo en twitter para decirles de todo, menos bonicos. Ya puestos a hablar de educación, estos haters de juntsxcat que últimamente están muy desencadenados, a la vez que activos en twitter, necesitan otro tipo de educación, que falta les hace. ¿Qué tal algo de ética y de urbanidad?
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