NECESITO RESPIRAR

Decía en un poema hace tiempo, que había visto pasar la vida a través de dos pantallas, la del parabrisas del coche y la del ordenador, y es que lo vemos todo a través de pantallas, sea dichas, o las de la Televisión o cada vez más el móvil. Por eso es tan importante mirar, distraerse, cuando miramos no sólo contemplamos, también percibimos, olemos, escuchamos, nos emocionan, y todas estas funciones, esas emociones y percepciones, la tecnología nunca las podrá alcanzar ni sustituir, por más sofisticada que sea. Mirar, distraerse, es la menos virtual de las realidades, como si todos estos inventos fueran un intento de evitarla, de evadirnos de la realidad que nos ha tocado vivir, sobre todo con la sobresaturación de los últimos tiempos, alejándonos falsamente de ella, en vez de afrontarla, vivirla, compartirla con los demás. Esta mañana he visto una abubilla en la fuente del Gitano en el Ripoll, y dos ardillas en el parque de Sant Quirze que presenta ya un paisaje de otoño.

También he visto a los patos a primera hora, tomando el fresco en el parc Catalunya.

I como los homínidos dejan su impronta ecología junto al río bajo las pistas de atletismo, allí donde los del Ayuntamiento quieren hacer allí la piscina para surfear, que en tiempos de sequía es lo más inadecuado.

I más tarde en Ripollet este mural LGTBI+.

Necesito respirar, y distraerme. Interactuar con la naturaleza es una buena manera de evadirse de los conflictos a menudo innecesarios de los últimos tiempos, pues todo empieza a resultar insoportable. Hoy más que nunca, hay que recordar el poema de Jaime Gil de Biedma, y aplicárselo sería lo más adecuado en estos tiempos tan alborotados...

DE VITA BEATA

En un viejo país ineficiente, 

algo así como España entre dos guerras 

civiles, en un pueblo junto al mar, 

poseer una casa y poca hacienda 

y memoria ninguna. No leer, 

no sufrir, no escribir, no pagar cuentas, 

y vivir como un noble arruinado 

entre las ruinas de mi inteligencia.

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