Explica Monzó en su artículo en la vanguardia, que la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, acaba de vetar el estreno de esta obra, quizás la más representativa de la estética beckettiana. Lo ha hecho porque, según sus normas actuales, en el escenario debe haber paridad de sexos. No puede ser que los cinco actores sean hombres. Puesto que cortar uno por la mitad provocaría ciertas complicaciones hemorrágicas, habrían tenido que poner dos hombres y tres mujeres, o tres hombres y dos mujeres. Cualquier solución antes que este inadmisible 'all male cast'.
Los ensayos empezaron en noviembre, y el estreno estaba previsto el próximo mes. Pero finalmente no se va a estrenar. El director de la obra, el irlandés Oisín Moyne, explica en The Irish Times que el casting es el que es porque, antes de morir en 1989, Beckett estipuló que los personajes de Esperando a Godot sólo pueden ser interpretados por hombres. Estipuló esto y otro detalle más general: en ninguna de sus obras se pueden utilizar efectos especiales, eso que ahora a los directores de escena les gusta tanto. No hay problema. Los directores creativos no necesitan más que esperar. Las obras de Beckett pasarán a dominio público en el 2059. A partir de entonces podrán manipularlo como les apetezca. Podrán hacer que Estragón sea una mujer, Vladimir un suricata y el árbol junto al que esperan, un boniato no binario cultivado de manera sostenible. Además, cinco mujeres nunca esperarían a Godot, le irían a buscar o pasarían de él. ¡Ah! en 2059 a quien no tendremos que esperar es a Puigdemont, creo que llegará bastante antes, pongamos que en 2023. Lo que no se es si voluntaria o forzadamente,
En fin...
ResponderEliminarSalut, Francesc