FEMINISTAS EMOCIONALES

Con las informaciones sobre la desigualdad entre hombres y mujeres con motivo del 8-M ocurre como con el primer aniversario de la guerra de Ucrania. Los medios de comunicación se vierten, quizás por mala conciencia, durante varios días para recordar a la sociedad que eso es importante, aunque en realidad sabemos que esta saturación provoca a veces el efecto contrario. En el caso este año ha sido un auténtico dolor de cabeza, los medios se han puesto muy pesados con un ejercicio infame de postureo. El 8-M posterior a la sentencia de La Manada, pasó a rebufo del #MeToo y todo ello confluyó en una ola de indignación que se evidenció en las calles. Por cierto, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra desestimó rebajar la pena de 15 años de prisión impuesta por el Tribunal Supremo a Ángel Boza, uno de los cinco miembros del grupo conocido como La Manada, condenados por la violación grupal de los Sanfermines de 2016. La defensa de Boza había solicitado que se redujera a 13 años y nueve meses.

En buena parte, y a consecuencia de esa ignominiosa resolución judicial, surgió la llamada ley del solo sí es sí, que hoy es motivo de controversia social y política. El Gobierno, que presume de ser el más feminista de España, está dividido. Que las mujeres tengan varios puntos de vista sobre cómo avanzar en el feminismo no debería ser un drama, al contrario, refleja más bien que el debate llega a la madurez suficiente para discutir sobre los matices. También ha habido un cambio en general en la sociedad que hace que la mirada sobre el feminismo sea muy distinta; aceptamos y comprendemos conceptos que de ninguna manera habríamos aceptado o comprendido 20 años atrás, piensen que una gran parte de la población masculina pertenece a la generación del: mujer tenía ser, y revertir este pensamiento no es fácil, pero se ha conseguido en muchos casos.

El problema de la ley del si es si, no es que esté mal hecha, no, el problema radica en que la ha hecho... Podemos, y ya podéis darle las vueltas que queráis que el problema de fondo es este. La reforma penal del 2015 de M. Rajoy obvió la misma disposición transitoria que lastra la 'ley del solo sí es sí', pero el Supremo resolvió entonces aplicar esa disposición transitoria a las revisiones de condenas a terroristas porque estaba incluida en la norma anterior. En cuanto a la revisión de sentenciasno hay forma de saber su alcance, parece que muchas menos de las que dice el PP y bastantes más de las que reconoce el Gobierno. Ahora bien, que nadie se engañe, el día de los miserables en este asunto es achacable si o si al PP. Montero es más la víctima que el verdugo, una víctima con exceso de soberbia, cierto, pero es que le han hecho la vida imposible en el ámbito profesional, personal y familiar y no unos cuantos días, sino desde el inicio de la legislatura, o ¿no recordáis el acoso que sufrieron ella y su familia en su casa durante meses? Hay cosas que no van en el sueldo, y no todo vale, y aquí VOX y el PP se han cebado.

Sin embargo, según datos de Ipsos del año pasado, España es el país europeo donde más ciudadanos creen que el feminismo duele más que bien. Parte de la población así lo manifiesta. Es un dato preocupante, pero en realidad solo es la expresión de otro fenómeno muy arraigado en ese país como es la polarización política. Quienes así se expresan, defienden posiciones muy extremas en otros ámbitos, como el territorial. Lo cierto es que ser feminista es percibido hoy en España como socialmente correcto. Pero cuidado porque son feministas, sí, pero emocionales, como los independentistas de Artur Mas, y recordar que estos independentistas han desaparecido del mapa político y social.

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