Le llamaban Julián, era de Rumanía, y hasta hace cinco meses vivía en la calle. En Rivas-Vaciamadrid se lo encontró el pasado invierno Adrián García, de 46 años, un hombre que es “todo corazón”, “una gran persona”, según los vecinos. Adrián le propuso irse a vivir con él y su madre, en una pequeña estancia independiente en una finca con tres edificaciones precarias en el sector 6 de la Cañada Real Galiana, sin luz desde hace más de dos años. Julián falleció una tarde en un incendio en la casa de Mónica, de 66 años, después de adentrarse en la vivienda para intentar salvarla de las llamas, pasadas las cuatro de la tarde. La mujer, dice una vecina, llevaba esperando desde septiembre “el maldito realojo” a una vivienda pública, pero la Comunidad de Madrid sigue sin concretarlo. La Cañada Real és una ignominia en el que seguramente vive mucha ignominia, pero que no se merecen el trato vejatorio que reciben de la Comunidad de la Libertad y la cervecita. Aunque este no sea un problema solo de la Comunidad de Madrid.
El incendio se produjo cuando se cumplen más de 900 días sin que los vecinos tengan electricidad, a pesar de que varios organismos como el Consejo de Europa han instado a España a dar luz y calefacción a sus habitantes. Es el corte de fluido eléctrico más largo de Occidente en las últimas décadas. La zona está llena de asentamientos de población que, en ocasiones, viven en construcciones como chabolas. El Defensor del Pueblo también pidió la concesión de licencias urbanísticas municipales especiales para proporcionar suministro eléctrico antes de que comenzara el invierno pasado, una de las épocas más duras para los habitantes de la Cañada Real por el frío. En esta zona, situada en la antigua vía pecuaria, a 17 kilómetros al sureste del centro de Madrid. El sector 6, el más al sur, está entre la carretera de Valencia y la linde con Getafe.- Sabadell:2.4.2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario