Hay cosas difíciles de predecir, especialmente el futuro, pero me como la tarjeta del censo que he encontrado hoy en mi buzón si en septiembre uno de los dos grandes partidos españoles no ha cambiado de liderazgo. Y devoraré, además, la del vecino, si el PP ganador, según los augures demoscópicos, de Aznar deja que Feijóo consolide su poder en el partido; porque se lo impusieron sus barones territoriales, temerosos del poder del Madrid de Ayuso, que acababa de merendarse al inocente de Casado e iba directa a por la Moncloa. Y ahora está bajo tutela.

Con la presidenta respondona, Aznar se ha merendado a Ciudadanos y ahora deglutirá a Vox haciendo lo que sabe: de Vox, pero con más gracia y salero que los envarados de Vox. Me liaré, en fin, a mordiscos con un cartel entero del PSOE si también en septiembre Pedro Sánchez no está mejor que su partido. Sánchez sabe inglés; y ni Ayuso ni Feijóo ni Rajoy ni Aznar ni los cafés con leche de su señora sabían (Zapatero, tampoco y aliaba civilizaciones). Y a Sánchez le encanta, además, exhibirlo en ultramar, donde cree estar llamado a grandes destinos universales.

Y uno se pregunta por qué, desde que lee diarios, ve a los presidentes alzar el vuelo en las cumbres internacionales y agonizar en casa. Aznar solo fue feliz fumando puros en Texas, y Felipe, en cualquier sitio menos en Madrid. Y aquí, déjenme meter una cuña periférica y sugerir de repuesto, tras el despegue de Sánchez al universo, al bueno de Illa, entre todos los gestores sociatas el mejor, como ha demostrado en los últimos comicios.

He empezado a escribir con los datos del CIS diciendo que los votantes del PP declaraban que su economía personal había mejorado, pero que la de España había empeorado. Por eso sé que cuando vuelvan a estar en la Moncloa, dirán, pase lo que pase, que la economía española está como nunca. Pero para la inmensa mayoría la economía no cuenta al votar, me temo, a menos que su piso se haya doblado de precio sin que ellos hayan tenido que trabajar para lograrlo. Y eso no va a pasar con los tipos de interés al alza así que... ¡No es la economía, estúpido! - Lluís Amiguet - lavanguardia.com