La moda viral del verano, la de ir a ligar a Mercadona entre las 7 y las 8 de la tarde, poniendo una piña boca abajo en el carro de la compra como señal de coqueteo, nos ha alegrado los últimos días de vacaciones y puede que haya convencido a alguno de esquivar por el momento la inscripción en Tinder. Una tendencia viral refrescante para estos días o una campaña comercial encubierta y eficaz… pero nada original. Tras la publicación de un reportaje en The New York Times, se ha vuelto a hablar de una tradición similar al fenómeno Mercadona, que comenzó hace alrededor de una década: los jubilados solteros, divorciados, o viudos de Shangai se dan cita cada martes en el restaurante de la tienda Ikea del exclusivo barrio de Xuhui. Decenas de personas mayores se citan allí cada semana para conversar, hacer amistades o encontrar pareja. Nadie sabe por qué fue este, y no otro, el que se fijó como punto de encuentro, ni de dónde surgió la idea. “Soy sencillo. No fumo ni juego al mahjong. Pero no puedo encontrar el amor verdadero”, explicaba resignado Xu Xiaoduo, de 70 años, al The New York Times. Este exprofesor de primaria divorciado se vende explicando sus habilidades para el baile, aunque ha perdido la esperanza de encontrar pareja. Son decenas los que, como él, ocupan las mesas del restaurante de Ikea en Shangai. Un hábito o tendencia sorprendente. China es el país del mundo con más personas mayores de 65 años. Según el Fondo Monetario Internacional, se espera que en las próximas tres décadas la población de personas de 65 años o más alcance los 400 millones. Y de las ciudades chinas, Shangai es, a su vez, donde viven más seniors. Cifras tan elevadas explican que los encuentros de los martes estén abarrotados. “Haciéndome mayor, siempre he querido tener una compañera de vida, sin otra intención que esa, tener compañía para hablar”, decía a la agencia AFP Gu YiJuan, conductor de autobuses retirado. “Incluso compartir el humor puede ser divertido en la vida. |
Pero para la gente mayor como nosotros, con condiciones económicas menos acomodadas, la carga de los niños, y para otros que no tienen buenas condiciones de vida, es difícil encontrar pareja”, añadía. La tienda Ikea se convirtió hace ya años en lugar de encuentro para jubilados, como lo es también el Parque o Plaza del Pueblo, una de las más importantes de la ciudad, conocida porque ese concentran allí padres y madres que buscan pareja para sus hijos solteros, los fines de semana. En el establecimiento sueco, se concentran los solteros sénior cargados con termos que rellenan gratis en el establecimiento.
Ma Guoying, de 64 años, vestida con colores brillantes, explica al The New York Times que va a menudo a esta cita de los martes. Acude con su amiga Zhang Xiaolan, de 66 años. “Si nos quedáramos en casa las 24 horas del día, nuestro cerebro se deterioraría”, dijo Ma, divorciada y jubilada desde hace muchos años, que explica al diario que se siente sola por la poca atención que recibe de su única hija.
¿Un fenómeno exclusivo de China? - Desde Ikea España se mantienen al margen del tema, y prefieren no valorar la posibilidad de fomentar estos encuentros senior en las tiendas de nuestro país. Así que, si se replican las citas en los establecimientos españoles de la marca sueca, tendrá que ser, como en China, a raíz de una iniciativa espontánea de sus protagonistas. Lo cierto es que la idea tiene efectos positivos tanto para las personas que participan en las reuniones de los martes, como para la imagen de la marca.
“Cualquier iniciativa que sirva para encontrarse y conocerse; tener la oportunidad de compartir y sentir; tener la ilusión por un nuevo día y una nueva aventura… ¿Quién puede pensar que no es una buena iniciativa? Y no solo a una edad avanzada, sino a cualquiera”, nos cuenta Juan G. Castilla Rilo, psicólogo sanitario, especialista en gerontología social y divulgador del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Las personas de edad avanzada también tienen necesidades de tener relaciones sexoafectivas, y esto es algo que a menudo se invisibiliza, o se rechaza. “Es lo que se llama “edadismo”, que son los prejuicios negativos a las personas con más edad por hacer cosas “normales”. Necesitamos el amor y la sexualidad a cualquier edad, los amigos y la pareja nos dan ese amor y una pareja la sexualidad”, apunta el psicólogo especialista en gerontología social. lavanguardia.com |
LOS MARTES, EN IKEA
5.9.24
* ACT
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