El enfoque mundial estará en los últimos sobrevivientes de las atrocidades de la Alemania nazi el lunes, cuando líderes mundiales y la realeza se unan a ellos para las conmemoraciones del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz. Las principales observancias tendrán lugar en el sitio en el sur de Polonia donde la Alemania nazi asesinó a más de un millón de personas, la mayoría de ellas judías, pero también polacos, romaníes y sinti, prisioneros de guerra soviéticos, personas homosexuales y otros grupos objetivo de eliminación en la ideología racial de Adolf Hitler. El aniversario ha adquirido un matiz más conmovedor debido a la avanzada edad de los sobrevivientes, y a la conciencia de que pronto desaparecerán, incluso mientras las nuevas guerras hacen que sus advertencias sean tan relevantes como siempre.
Del empuje, al perdón. El push, el empuje de su madre que le salvó la vida con 11 años, al lanzarlo de un tren en marcha que les llevaba a Auschwitz lleva este 26 de enero hasta Sabadell a Simon Gronowski, que presenciará el estreno en Catalunya de la ópera que le dedicó Howard Moody, traducida al catalán por J. Sellent. Es el día de las Víctimas del Holocausto, pero Simon explica que para él es el día de luchar contra la pujanza de la extrema derecha en Europa –y en Israel, insiste–, que “quiere precarizar la vida de quienes , como mis padres refugiados, buscan una vida mejor en otros países”. La Fundación Ópera Catalunya y la Sinfónica del Vallés ponen ese día 152 artistas en escena como colofón de “Sabadell, capital de la cultura catalana”, que lo será así de la europea y de las que celebran la libertad en el perdón de Simon a sus guardianes nazis.