PERO ¿EXISTIÓ DE VERDAD HOMERO?


Se escribió hace más de dos mil años. Es la mayor epopeya del mundo. Y quizás el mejor poema de todos los tiempos. Un poema de 15.000 versos que aborda... una emoción. La cólera del héroe Aquiles durante el asedio griego de la ciudad de Troya y sus desgarradoras consecuencias para los héroes que combaten ante la activa presencia de los dioses. Es la Ilíada . Y de su autor, el enigmático Homero, se ha debatido hasta su existencia. Ahora Robin Lane Fox, profesor de Historia Antigua durante décadas en Oxford, presenta Homero y su Ilíada (Crítica), donde aborda la figura del poeta asegurando que existió y la mayor parte del poema épico es suya. También la mayor parte de la Odisea . Y dando pistas de quién pudo ser, un hombre que no sabía escribir y dictó el texto.

Un texto, recuerda, sobre el que el gran crítico inglés C.S. Lewis, autor de Las crónicas de Narnia, habla del esplendor inagotable de sus descripciones y de cómo sin embargo “en su interior se suceden acontecimientos de terrible patetismo, tragedia, matanza y horror coloreados por una terrible intensidad a través de la ironía”. “Sabemos a través de los dioses, y los escuchamos a través de Homero, lo que sucederá. No hay suspense. Pero leemos transfigurados porque queremos saber cómo sucederá, sabiendo lo que los héroes no entienden, y de hecho a pesar de sus mejores esfuerzos comprenden que su valentía no va a funcionar. Van a morir. Troya va a caer. Sabemos que lo hará. Y van a rezar a los dioses. Pero sabemos que esos dioses están favoreciendo al otro lado. A lo largo de toda la obra hay una tremenda ironía. Y es una visión profundamente arraigada sobre el desequilibrio entre el gran mundo de los dioses que viven a gusto y el mundo de nosotros, los mortales, que hacemos nuestros mejores esfuerzos sufriendo dolor, enfermedad, muerte y dolor en la Tierra”.

Y, reflexiona, “sigue siendo verdad, casi todas las vidas que conozco están recorridas por un patetismo despiadado, momentos en los que no supimos que en realidad teníamos cáncer y nos quedaban dos semanas de vida. O que nuestra esposa tenía otros dos amantes a la vez. De repente, encontramos una carta y todo está claro. Con cuánta frecuencia dices: ‘Ahora me doy cuenta’. Y ese elemento está presente en la Ilíada . Pero es tan duro. Se trata de la vida y la muerte”.


“Homero no sabía ni leer ni escribir, vivió en el extremo occidental de Asia menor y fue a Troya”. Pero todo eso, ¿quién lo escribió? El historiador señala que “hay muchas respuestas posibles. Ésta creo que es la más probable. Creo que podemos estar seguros de que componía al principio para interpretar a lo largo de la costa oeste de Turquía. Creo también que fue a Troya y partes del paisaje y del escenario seguían vivas en su mente. Y creo que no escribe, hay inconsistencias más fáciles de entender si se trata de una versión que nunca se revisa, como cuando utiliza una forma del verbo para dos personas en el gran noveno libro cuando tres enviados llegan a Aquiles. Es muy probable que Homero añadiera un tercero, Fénix, a una versión anterior de dos. El flujo funciona bien si se compone oralmente. Homero no interpreta de memoria. No tiene texto”. 


“Así –resume– que no sabía ni leer ni escribir. Vivió en el extremo occidental de Asia menor. Fue a Troya y vio sus ruinas. ¿Qué más? Los símiles, las comparaciones. Hay 340 en la Ilíada , y son observaciones individuales, no heredadas de poetas de 400 años antes. Apolo empuja a Patroclo desde el muro de Troya como cuando un niño en su sencillez amontona arena, ¿se lo puede imaginar?, en la playa para hacer muros y un castillo y luego lo patea en su estupidez. Y hay cosas que el propio Homero ha visto, incluidas las cacerías de leones. No son una evocación de antiguas cacerías en Micenas, sino en el tiempo de Homero. Vive de niño en un pueblo. ¿Por qué no podía unirse a sus amigos y participar en ahuyentar a un león?”.


“Difiero de la gran tradición de Harvard, hay un solo autor, una visión mental coherente en el libro”

Con la idea de que Homero es el único autor, asume, “difiero de la gran tradición de Harvard”. “Hay una visión mental coherente en el libro, y lo demuestra la anticipación que lo recorre hasta el final. El libro X es una inserción entre el resto, sí. Y una o dos líneas pueden haberse modernizado, pero no veo cómo la secuencia de poetas que habrían actuado en esta supuesta tradición podría haber aumentado gradualmente el poema. La Ilíada tiene una trama, no se pueden tomar fragmentos, como tampoco se puede dividir la Odisea. También es un error la idea de que podría haber sido  un poema de algún modo natural. No. Una y otra vez hay caracterizaciones subjetivas. Diomedes no es Aquiles. Hécuba no es Helena. Son individuos, hay una mente en funcionamiento detrás”.

La pregunta, dice, es cómo tenemos hoy el poema. “Como historiador de Alejandro, sé que llevó poetas con él en la expedición. Tuvieron que escribir sobre sus logros, pero también actuaban. Y solían representar obras y lo que fuera en el campamento. ¿Por qué Homero no pudo participar en una de las expediciones que las ciudades griegas en Asia menor organizaron juntas e imaginar el gran poema de guerra, cantado en una versión más corta después de la captura de la ciudad? Es posible. Y los hombres pensaron que era maravilloso. Cuando regresaron le dieron la oportunidad de actuar en un festival y esta vez el poema era bastante más largo. Y era tan maravilloso que la siguiente vez le dieron todo el festival e interpretó una versión larga”.

“Y luego pensó, no quiero que esto muera. Y vio que podía haber beneficio. ¿Cómo iban a vivir sus hijos? Y lo podría haber dictado a unos hijos que dominan el nuevo arte de la escritura. Ya muerto, si querías­­­­ interpretarlo, tenías que ir a la familia y darles un regalo. Vivían de eso. Lo memorizabas y podías ganarte la vida interpretándolo. Alguien añadió el libro diez, se hizo popular y entró en los textos principales que circulaban”. Y añade que no cree que fuera ciego “por todas las observaciones exactas contemporáneas a En las últimas décadas ha habido no pocas reescrituras de las vidas de los personajes de la Ilíada , dando por ejemplo voz a Helena de Troya. Lane Fox responde “con bastante dureza a la opinión de que Homero silenció a las mujeres, se les permite hablar y lo hacen y de manera memorable, pero no son protagonistas principales. Si este poema fuera sobre la caída de Troya, no tengo la menor duda de que Homero habría puesto mucho énfasis en las cautivas. Pero no es ese poema. He vivido con él 64 años y admiro la energía de las personas que dicen que van a dar voz a Briseida o algo así. Dios nos ayude, ¿qué clase de voz? No ha ido a una especie de Bryn Mawr College estadounidense sólo para mujeres. Esa no es Briseida“. 

”Si pensamos -prosigue- con la empatía de la indignada escritora postfeminista del siglo XX cómo le fue a Briseida y escribimos un libro sobre lo terrible que fue que Patroclo, amable, le hubiera insinuado que Aquiles iba a casarse con ella, es una ficción sobre otra cosa. Hay un mercado y a la gente le gusta leer esto. Pero no critiquen a Homero. Es capaz de superarlos a todos”. 

Porque, concluye, todavía estamos en conversación con la Ilíada: “Si fuera uno de los pobres soldados que hoy están en Ucrania despidiéndose de su familia, sabiendo en su corazón que nunca volverán pero que deben ir a luchar contra estos malditos rusos, no pensaría que el canto VI de la Ilíada es un mundo diferente de hombres extraños que sufren de masculinidad tóxica”. - Pero ¿existió de verdad Homero? - Justo Barranco - LAVANGUARDIA

Como diría José Saramago: el Universo nunca sabría que Homero escribió la Ilíada y otro Homero, más importante aún que el otro, el Simpson, trabajaba en una Central en Springfield.

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