BLOG DE FRANCESC PUIGCARBÓ


EL EFECTO MANDELA


El efecto Mandela, bautizado con este nombre por la pseudocientífica Fiona Broome, es el nombre con el que se conoce popularmente el fenómeno de confabulación compartida por varias personas. Recibe el nombre del Premio Nobel de la Paz sudafricano Nelson Mandela, ya que, cuando se anunció su muerte en 2013, varias personas afirmaron recordar que Mandela había muerto en los años ochenta.
Se han dado diversas explicaciones al fenómeno (varias de éstas de carácter pseudocientífico) aunque existe amplio consenso sobre la razón de este efecto. Todos los recuerdos se reconstruyen periódicamente a lo largo de la vida de una persona, siendo modificados a través de estímulos tanto internos como externos. Las referencias a un recuerdo diferente (ya sea por medio de conversaciones con otras individuas o de medios de comunicación que propagan una idea equivocada) modifican la experiencia y modelan los recuerdos originales, todo ello reforzado por los sesgos de confirmación y las disonancias cognitivas.

Ejemplos - El efecto Mandela se produce en una gran variedad de contextos distintos, a menudo relacionados con memorias de niñez. Algunos de los ejemplos más notables se muestran a continuación.

La frase "Sue Ellen, eres un pendón", que es central de la versión en catalán, pero que en realidad es «...tú, mientras, haciendo el pendón..».

En la saga de películas Star Wars la frase "Luke, I am your father" (inglés) o "Luke, yo soy tu padre" (catalán), en realidad es "No, I am your father" o "No, yo soy tu padre".

Cuando se canonizó Teresa de Calcuta en el 2016, mucha gente recordaba que se había canonizado en 1990.

Aunque mucha gente recuerda al hombre del logotipo del Monopoly vistiendo un monóculo, no lleva ninguna.

Hay gente que recuerda la frase «Ladran Sancho, señal de que cabalgamos» de la obra Don Quijote, aunque no aparece.

En España mucha gente recuerda haber seguido en directo por la tele, el golpe de estado del 23 de febrero de 1981, aunque sólo se retransmitió por radio.

En la película Casablanca en lugar de la frase «tócala otra vez, Sam», Ilsa dice «tócala, Sam». Este falso recuerdo aparece por varias versiones idiomáticas del largometraje.

"Elemental, querido Watson", que Sherlock Holmes nunca dijo. En ninguno de sus 56 cuentos cortos y 4 novelas, el famoso detective de Sir Arthur ConanDoyle dijo esa frase. Sólo después de rebuscar muy bien, se pueden encontrar las palabras que la conforman en una parte del cuento “La aventura del jorobado”, pero muy distantes entre sí. Es más, la palabra "elemental" aparece sólo 7 veces en las historias originales. La frase que conocemos fue dicha por primera vez por el personaje Psmith, en la novela de 1915 “Psmith periodista”, del británico P.G. Wodehouse, contemporáneo y admirador de Sir Arthur.

"Si algo puede salir mal, saldrá mal" - Edward Murphy. El creador de la Ley de Murphy nunca expresó la máxima de su ley con estas palabras. Según su hijo, la frase original fue: "Si hay más de una forma de hacer un trabajo y una culminará en desastre, alguien lo hará de esta manera". Las decepciones no terminan aquí. La frase que tenemos internalizada pertenece ¡A otra ley! La Ley de Finagle sobre la Negatividad Dinámica.

"El Estado soy yo" - Luis XIV - No hay ningún registro que el Rey Sol haya dicho estas palabras ante el Parlamento francés. Es muy probable que haya sido popularizada por sus rivales por destacar la visión estereotipada del absolutismo que el Rey representaba. Por el contrario, una frase que sí dijo fue: "Me voy, pero el Estado siempre permanecerá", cuando yacía en la cama de muerte.

"Houston, tenemos un problema" - Jack Swigert - Y el problema es que nunca se dijo esa frase, aunque sí una fuerza similar. Durante el accidentado viaje del Apolo 13, justo después de observar una luz de advertencia acompañada de un estallido, el astronauta Jack Swigert comunicó al Centro Espacial: "Bueno, Houston, hemos tenido un problema aquí".

Jordi Pujol: "Nunca he sido un político corrupto" - El expresidente de la Generalitat asegura en el Parlament de Catalunya que el origen del dinero del legado de su padre no era ilícito y que nunca ha cobrado a cambio de conceder obras públicas.

Podemos deducir pues que la memoria es traicionera, siempre en España y aparte del extranjero de fuera. Suerte de Wikipedia que es la versión 2.0 del Libro Gordo de Petete.
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