UNA FILOSOFIA PARA SOBREVIVIR EN EL SIGLO XXI


Catedrático de literatura y ensayista, Jesús G. Maestro se ha convertido en viral tras vender en menos de dos meses tres ediciones de Una filosofía para sobrevivir en el siglo XXI (Harper Collins). Se trata de un libro rompedor que atiza sin pudor (con un arsenal de argumentos) a la ignorancia guay que ha traído internet –según explica al Magazine desde Vigo–, pero también un verso libre en una época de aborregamiento tecnológico. El libro es también una patada voladora en busca del cerebro de los lectores y, en este sentido, un abrelatas mental.

¿Cuánto de su libro ha surgido de la simple observación de sus alumnos?

La mitad, aproximadamente. Mis alumnos son un tesoro de problemas psicológicos. La otra mitad ha venido de mi actividad laboral y vital tras haber impartido clases en diferentes universidades de Estados Unidos, Alemania, Francia, Canadá, Suiza, Italia o Polonia. He estado en esos lugares y he visto prácticamente los mismos problemas.

Explica que internet ha contribuido a llenar el mundo de tontos, personas limitadas intelectualmente pero que exhiben osados sus opiniones. ¿Qué aconseja hacer?

A los tontos solamente se les puede ignorar. A las personas incultas e ignorantes se las puede educar, pero no hay más solución. No hay que prestar atención a los tontos y, mucho menos, debatir con ellos.

¿Qué tiene la ignorancia guay que atrae tanto a los tontos?

Que seduce. Una persona ignorante es alguien emocionalmente vulnerable y que pude ser muy fácilmente seducida. Lo que nos hace fuertes es el conocimiento crítico.

Señala que nos educan para ser anglosajones. ¿Cómo son y qué costumbres tienen esos ingleses y bárbaros a los que se refiere?

Idealizan el dinero, idealizan el trabajo e idealizan el éxito. Pero esos tres ideales son falsos porque el dinero no lo resuelve todo, el trabajo tampoco y el éxito menos. La cultura anglosajona se basa en idealizar a estas tres mentiras.

¿Qué les diría a los que esperan ser felices con la llegada de la inteligencia artificial?

Les diría que la inteligencia artificial es un instrumento muy útil si se dispone de inteligencia natural. Pero, si no la hay, la inteligencia artificial no sirve de nada.

Según afirma, la ciencia y la literatura son lo único que verdaderamente hace prosperar la vida humana. ¿Cómo es la ciencia que respeta?

Aquella que mejora las condiciones de vida, a la vez que asegura nuestra libertad. Pondré un ejemplo: una persona que tenga conocimientos de meteorología puede explicar que un rayo no es el resultado de la ira de Dios. Pero sin este conocimiento, puede venir cualquiera y afirmar que los dioses nos castigan con rayos por los pecados cometidos. La ciencia permite desmitificar este tipo de interpretaciones. La ciencia que descubrió la vacuna contra la tuberculosis, por ejemplo, evidentemente mejoró las condiciones humanas. Esa es la ciencia a la que me refiero. Y luego está la literatura, que es una humanización de la realidad, básicamente.

Se manifiesta contrario a la autoayuda, la religión, el romanticismo y cualquier tipo de idealismo. ¿Por qué dice, en concreto, que la filosofía es un timo?

La filosofía es la religión de quienes no se sienten cómodos con el dios de sus padres. Digo que la filosofía es un timo porque se utiliza para engañar. ¿No es un timo La República de Platón? ¿Qué país se puede organizar como Platón concibió organizar su estado ideal? Es simplemente idealismo... Si alguien lee un libro como La República y se lo cree, podría llevarnos a todos a un matadero. El término “filosofía” tiene muchas acepciones semánticas, es decir, significa muchas cosas. Yo en el título de mi libo recurro a la sexta acepción del diccionario, que identifica a la filosofía con una manera de ver la vida.

Decía Nietzsche en un aforismo que “La felicidad es para las vacas y los ingleses”. Sin embargo, se nos anima a ser felices. ¿Hablamos del nuevo Valhalla o paraíso vikingo, de un sitio imaginario, tal vez ubicado en la “nube”?

La llamada “felicidad” es la mayor deficiencia emocional del ser humano posmoderno. Es propia de gente ociosa: quien trabaja, no tiene tiempo de pensar en ella. Ser feliz consiste en tener salud y en ocuparse de la salud de quienes no la tienen. La gente que tiene salud no sabe realmente lo que es la infelicidad… Desde el poder se promueve la felicidad para que perdamos de vista la libertad y la inteligencia. Mientras buscamos la “felicidad”, olvidamos cosas muchísimo más importantes. La felicidad es propia de sociedades emocionalmente fracasadas. Y es también el resultado del  ocio y de no tener objetivos. La felicidad es como los fantasmas, no existe. Lo que existe es la salud, la libertad y la inteligencia. La felicidad no es más que la zanahoria del burro.

En esta época es fácil convertirse en parte del rebaño que guían los magnates de la tecnología, ¿es urgente crear un movimiento de resistencia?

Es inútil porque las soluciones no son colectivas, sino individuales. Uno de mis lemas es: “yo no difundo opiniones, sino interpreto hechos”. El gran error de la Ilustración fue suponer que la solución a muchos de nuestros problemas estaba en las élites, y no en el pueblo, pero ya vemos a qué nos ha conducido esta idea...

¿La actual pandemia de entretenimiento digital podría estar llevándonos a un periodo de oscurantismo y confusión muy distinto al siglo de las luces que pretenden vendernos Elon Musk y otros señores tecnofeudales?

¡Ya estamos en una nueva Edad Media! El siglo XXI presenta unas características muy similares al mundo medieval, sin ninguna duda. - Antonio Ortí en la vanguardia.



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