Supongo que nadie esperará que la comisión de investigación que analiza la denominada operación Catalunya en el Congreso vaya a aportar ninguna novedad a lo ya conocido por todos. Los partidos independentistas y las formaciones de izquierda que fueron víctimas de las actuaciones de funcionarios del Estado contra ellos tienen la posibilidad de denunciar públicamente estas maniobras y señalar con el dedo a sus responsables. Pero poca cosa más.
Solo queda la posibilidad de explicarlo y que cada cual saque sus propias conclusiones. ¿La mía? El Estado utilizó todas las armas que tenía a su alcance, legales o ilegales, para tratar de frenar el auge del independentismo. Y se inventaron cuentas corrientes de dirigentes de CiU, como Artur Mas o Xavier Trias, o se forzó la disolución de un banco, el BPA, para descubrir lo que guardaba Jordi Pujol en una entidad andorrana. Empresarios, políticos y también gente anónima vieron vulnerados sus derechos y pasaron muchos años de cárcel por acusaciones que después no se pudieron probar.
La situación política catalana ha cambiado y quizás lo mejor sería que miráramos todos hacia el futuro y no hacia atrás, pero aún hay impulsos del Estado que nos arrastran a los tiempos del procés y heridas que no se han cicatrizado porque los responsables se han ido de rositas. Sobre todo porque en Madrid creyeron firmemente que lo de la Independencia iba en serio, y por lo tanto actuaron en consecuencia para defenderse del intento separatista. y cuando digo en serio, me refiero a que un nacionalismo cuando se ve atacado por otro nacionalismo se defiende con todas las armas que tiene a su alcance y si este nacionalismo es más fuerte que el otro, suele vencer.com así sucedió.
En cuanto a la operación Catalunya, orquestada y llevada a cabo por los servicios secretos españoles, M.Rajoy lo tenia fácil, solo tenía que hacer como Margaret Tatcher, cuando en el Parlamento Británico la interpelaron pidiéndole explicaciones sobre una acción violenta con el resultado de dos muertos, que las S.A.S. habían hecho Gibraltar de unos presuntos militantes de Ira. La respuesta de Margaret Tatcher fue concluyente: el Gobierno de Su Majestad Británica no tiene servicios secretos y si los tiene no lo sabe, pues son secretos... Y aquí se acabó la interpelación parlamentaria. Y de hecho eso es lo que han hecho M.Rajoy, Fernandez Díaz, de Cospedal y el resto de dirigentes del Pp implicados en la trama. Que se pensaban que harían, estos pardillos del procés. Ay señor, cuanta inocencia malgastada a costa del erario público, quizás tenga razón el Juez Llarena, Puigdemont si que malversó, quizás no dinero, pero sí la ilusión, y los ideales de muchos catalanes, lo que es peor, porque lo suyo es un acto de traición.