Todos tenemos un vecino tonto, dice David Pastor Rico. Lo que nunca nos atrevemos a pensar, es que posiblemente este vecino, presuntamente tonto, piensa lo mismo de nosotros y también haga de tripas corazón por tener que estar a nuestro lado aguantando nuestras tonterías y miserias. En las instrucciones del manual del perfecto tonto, la primera máxima és: Los cretinos, los necios, los que van equivocados son los otros. Tú tienes toda la razón y son ellos los tontos los que están equivocados. Hasta que llega la revelación y un día caes en la cuenta de que no es posible que todos vayan contra dirección en la autopista, menos tú. Entonces es cuando te das cuenta de lo que más te molesta, de la gente que amas, de la gente que te rodea, es que ves reflejados en ellos todos y cada uno de tus defectos, de estos efectos, de los que tanto abominas en los otros. Y en llegar a este punto, solo te queda dimitir, rendirte y retirarte a una Vita Beata lejos del mundanal ruido. Vivir en un largo e inconsciente Carpe diem, mientras esperas la llegada inexorable de la Parca. Y una vez perdidas la fe y la esperanza, solo te queda la caridad de un Dios donde no puedes refugiarte, aunque te haya -presuntamente- abandonado, o les hayas abandonado antes tú a él.
Hay un hermoso poema de Gibran Khalil Gibran que ha la de la vida, del pasado, del presente, del final: Solo el amor y la muerte cambian todas las cosasSiempre camino en estas playas, entre arena
y espuma. La alta marea borrará mis rastros,
y el viento, la espuma. Pero el mar y la playa
serán eternamente.
*
Apenas ayer pensé que yo era un fragmento
vacilante, sin ritmo, en la esfera de la vida.
Ahora sé que soy la esfera y que toda mi vida
se mueve en rítmicos fragmentos dentro de mí.
*
Me dicen en su despertar: “Tú y el mundo
que habitas sois un grano de arena sobre la
infinita playa de un mar infinito”. Y en mi sueño
les digo: “Yo soy el mar infinito, y todos los
mundos granos de arena en mi playa”.
*
Una perla es un templo que el dolor edifica
alrededor de un grano de arena.
¿Qué anhelo edificó nuestro cuerpo y en torno
de cuáles granos?
*
Tuve un segundo nacimiento cuando mi
alma y mi cuerpo se amaron uno al otro y
fueron desposados.
*
El recuerdo es una forma de encuentro.
*
El olvido es una forma de libertad.
Mi casa me dice: “No me abandones, porque
tu pasado habita en mí”.
Y el camino me dice: “Ven y sígueme, porque
soy tu futuro”.
Y yo digo a ambos: “No tengo pasado ni futuro.
Si me quedo aquí, hay una ida en mí
estancia; y si me voy allá, hay una estancia
en mi ida. Solo el amor y la muerte cambian
todas las cosas”.
y espuma. La alta marea borrará mis rastros,
y el viento, la espuma. Pero el mar y la playa
serán eternamente.
*
Apenas ayer pensé que yo era un fragmento
vacilante, sin ritmo, en la esfera de la vida.
Ahora sé que soy la esfera y que toda mi vida
se mueve en rítmicos fragmentos dentro de mí.
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Me dicen en su despertar: “Tú y el mundo
que habitas sois un grano de arena sobre la
infinita playa de un mar infinito”. Y en mi sueño
les digo: “Yo soy el mar infinito, y todos los
mundos granos de arena en mi playa”.
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Una perla es un templo que el dolor edifica
alrededor de un grano de arena.
¿Qué anhelo edificó nuestro cuerpo y en torno
de cuáles granos?
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Tuve un segundo nacimiento cuando mi
alma y mi cuerpo se amaron uno al otro y
fueron desposados.
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El recuerdo es una forma de encuentro.
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El olvido es una forma de libertad.
Mi casa me dice: “No me abandones, porque
tu pasado habita en mí”.
Y el camino me dice: “Ven y sígueme, porque
soy tu futuro”.
Y yo digo a ambos: “No tengo pasado ni futuro.
Si me quedo aquí, hay una ida en mí
estancia; y si me voy allá, hay una estancia
en mi ida. Solo el amor y la muerte cambian
todas las cosas”.
Este escrito está dedicado al Señor Santos Cerdán León.
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