"En efecto, los sionistas aprendieron bien de los nazis. Tan bien que parece que su tratamiento moralmente repugnante de los palestinos, y sus intentos de destruir la sociedad palestina dentro de Israel y los territorios ocupados, los revela básicamente como nazis con barba y sombrero negro.
En la medida en que el sionismo pretendía resolver la cuestión judía, debe considerarse no sólo un fracaso, sino una catástrofe: Israel es la principal causa del antisemitismo en el mundo actual. Israel no puede hacer nada sin el apoyo de EEUU. No puede respirar sin el apoyo de Estados Unidos. Estados Unidos lo financia todo y es absurdo pensar que Israel pueda hacer algo sin su apoyo.
El derecho internacional establece que los pueblos que luchan por la autodeterminación pueden utilizar la fuerza para lograr su independencia. Hay un principio fundamental. La gente tiene derecho a defender su país de ocupantes extranjeros, y la gente tiene derecho a defender su país de invasores que están destruyendo su país. Para mí es una cuestión muy básica, elemental y sencilla". Norman Finkelstein.
Norman Gary Finkelstein (Nueva York, 8 de diciembre de 1953) es un experto en ciencia política y autor estadounidense, especializado en asuntos relacionados con el judaísmo, Israel y el sionismo, y con el conflicto palestino israelí en particular.
Graduado por la Binghamton University, se doctoró (Ph.D) en ciencia política por la Universidad de Princeton. Ha escalado todas las posiciones académicas en el Brooklyn College, Rutgers University, Hunter College, New York University, y más recientemente, DePaul University, en la que fue profesor asistente desde 2001 a 2007. Finkelstein ha escrito sobre las experiencias de sus padres durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Su madre, Maryla Husyt Finkelstein, creció en Varsovia (Polonia) y sobrevivió al Gueto de Varsovia, al campo de concentración de Majdanek y a dos campos de trabajo. Su primer marido murió en la guerra. Consideró que el día de su liberación fue el día más horrible de su vida, porque se dio cuenta de que estaba sola en la vida, ya que ninguno de sus familiares había logrado sobrevivir a las penurias del gueto.
