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INMIGRACIÓN

Refugiado Sirio. La puerta de su piso es tan pequeña que no cabe una lavadora, muestra sus manos que tiene disponibles para cualquier trabajo y poder sustentar a su familia.(archivo/la vanguardia)  Manuel Castells.

La inmigración es indispensable tanto en España como en el resto de Europa, en un contexto en que las tasas de natalidad están muy por debajo del nivel de reproducción de la población (2,1 hijos por mujer); en España, en torno a 1,2. Sin inmigrantes, estaríamos en una España menguante, que podría disminuir a 38 millones de habitantes en el 2050. La contribución de los inmigrantes al crecimiento del PIB se sitúa en el 25%. La OCDE acaba de alertar sobre las graves consecuencias que podría tener para España la reducción de la inmigración. Sectores como el turismo, la construcción, la agricultura, el servicio doméstico y la ayuda a los mayores no podrían funcionar.

Se trata de una población más joven, que ya ha sido producida como trabajadores sin costo para el país. Su presencia incrementa el consumo y la recaudación tributaria. La Seguridad Social sería insostenible sin sus cotizaciones. Es falso que su tasa de delincuencia sea más elevada que la de la población en general. Sí que hay una presencia porcentual algo mayor entre los encarcelados, pero eso no es ajeno a los sesgos policiales y judiciales en las detenciones y condenas. Y es rotundamente falso que la inmigración contribuye a la delincuencia. Es más, la delincuencia en general en el país ha disminuido entre el 2011 y el 2024, en un contexto de fuerte crecimiento de la inmigración. Consulte fácilmente los datos preguntándole a ChatGPT o a DeepSeek.

 Cierto es que la delincuencia, sobre todo robos, se concentra en las grandes ciudades y en particular en Barcelona, que supera en mucho a todas las demás. Pero no está asociada a la inmigración sino­ a la pobreza, al tráfico de drogas (este sí en aumento significativo) y al turismo masivo que hace el agosto de los ladrones.

Curiosamente, las agresiones sexuales son más frecuentes entre la población general que entre los inmigrantes. Se trata­ de la venganza de los hombres contra­ la autonomía creciente de las mujeres­. La violencia de género, sobre todo en la familia, es la respuesta del machismo­ al avance actual del feminismo.

El claro ascenso de Vox y de Aliança Catalana se basa en el sentimiento de odio y supremacismo étnico

Donde la inmigración tiene un papel determinante es en la difusión de la ideología racista y xenófoba, que está en la base del ascenso del nuevo fascismo en Europa, utilizado y alentado por políticos que no dudan en llegar al poder a partir de ideologías de odio. Se trata de un viejo reflejo en el que la historia se repite. Vivimos en un mundo incierto, cada vez más desigual en lo global y en lo local, y en donde guerras y catástrofes se multiplican. Los movimientos migratorios así suscitados rompen la homogeneidad étnica y cultural y transforman a personas que necesitamos en chivos expiatorios a quienes algunos atribuyen sus pesares. Pero hay que entenderlo y dialogar con la gente, porque la mayoría no son fachas.

El aumento de la multiculturalidad ha sido muy rápido en este siglo: Barcelona en dos décadas ha pasado del 2% de población extranjera a más del 20%. Lo que no ha traído paro, porque hay cada vez más empleo, por eso vienen los inmigrantes buscando un futuro para sus hijos. Y no hay nada peor que rechazar lo que necesitamos. La demagogia hace el resto.

El claro ascenso de Vox y de Aliança Catalana, con sus acólitos que pueblan las redes y cada vez más las calles del país, está basado en el sentimiento de odio y supremacismo étnico que tiene su raíz en la incapacidad de integrar a la inmigración y de tolerar al diferente. Es más, tanto en España como en Europa la derecha tradicional no quiere perder ese caladero de votos y se hace cada vez más xenófoba.

La respuesta desde el civismo no debe ser la estigmatización de un sentimiento que se extiende. Pero tampoco argumentar solo con estadísticas. Porque la cuestión es emocional. Fiestas con los vecinos, confraternidad en la escuela y facilitar la integración cultural sin obligar a nadie a renunciar a sus tradiciones o religión. Respeto mutuo. La alternativa es vivir en el odio.

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Comentarios

  1. Eran años duros para los españoles. Años 50 y 60. Muchos emigraron a la Europa industrial. Un conocido me contó que en Suiza, en un puesto de periódicos, de esos que coges tu ejemplar y dejas la moneda, había un letrero escrito tan solo en castellano: por favor dejen el importe. Se nos ha olvidado que fuimos emigrantes y que también por culpa de unos cuantos sinvergüenzas nos juzgaban mal a todos.

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    1. Tengo familia de mi mujer en Francia, unos emigraron después de la guerra y otros años más tarde. En Montpellier hay muchos migrantes españoles. En general les ha ido bien, y a algunos muy bien.

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  2. No creo que sea sólo una cuestión de supremacismo, hay muchas otras causas, muchas. Lo que sí es claro es que el trabajo, sino le aplicamos I+D, será siempre mal pagado y aquí la culpa no será del inmigrante.
    Esto ha cambiado, y ya nada será igual, pero pasa lo mismo en otros lugares del mundo, no sólo es aquí.

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    1. También tenemos migrantes bien preparados desempeñando trabajos menores y por ello mal pagados.

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